MUNDIA CICLISMO

Tadej Pogacar, campeón del mundo de otra época

Pogacar conquistó en solitario su primer maillot arcoíris en el Mundial de Zurich con una exhibición de otra época, atacando a 100 kilómetros del final y completando los últimos 51 solo. Enric Mas, 8º

Tadej Pogacar levanta los brazos tras llevarse el Mundial de ciclismo

EFE

Tadej Pogacar levanta los brazos tras llevarse el Mundial de ciclismo

Javi Pascual

Madrid - Publicado el

3 min lectura

Tadej Pogacar conquistó en solitario su primer maillot arcoíris en el Mundial de Zurich 2024 con una exhibición de otra época, atacando a 100 kilómetros del final y completando los últimos 51 solo, lo que supone un suma y sigue para una temporada inmaculada e histórica del esloveno.

Tras Pogacar (Klanec, 1998), el australiano Ben O'Connor se hizo con la medalla de plata y el neerlandés Mathieu van der Poel ganó la de bronce, aunque quedó claro que hubo dos carreras, la del esloveno y la del resto. El futuro se presenta negro para los demás en todas las citas en las que esté.

Pogacar marcó un tiempo de 6h:27:30 en los 273,9 kilómetros de recorrido en un circuito en Zurich, con un desnivel acumulado de 4.470 metros, a un promedio de 42,410 km/h, en una cita en la que después de tres días lluviosos lució el sol. Tomaron la salida 195 ciclistas de 57 países.

En la carrera se completaron en siete ocasiones las subidas a Zürichbergstrasse (1,1 km al 8 % y máximas del 15 %) y Witikon (2,3 km al 5,7 % y máximas del 9 %).

LUCHA POR LAS MEDALLAS

El pulso en los kilómetros finales se centró en la conquista de las medallas, por las que estuvieron pugnando un buen rato Ben Healey y Tom Skujins. Por detrás venía un grupo de elegidos con los españoles Enric Mas y Roger Adriá, Marc Hirschi, Bauke Mollema, Ben O'Connor, Romain Bardet, Quinn Simons y los siempre presentes Evenepoel y van der Poel. O'Connor, tras ser segundo en la Vuelta, logró la plata, y van der Poel el bronce.

El español Enric Mas confirmó su cambió de mentalidad y no dudó en atacar en la ascensión a Witicon, aunque se tuvo que conformar con entrar entre los mejores y ser octavo.

Tras unos kilómetros de tanteo con intentos a cargo de los más modestos, la primera fuga se conformó definitivamente a los 43 kilómetros con ocho ciclistas. Varios componentes ya eran referentes para su selección como el suizo Silvan Dillier, el noruego Tobias Foss, el portugués Rui Oliveira o el alemán Simon Geschke.

El sexteto -también estaban el polaco Piotr Pekala y el luxemburgués Luc Wirtgen- llegó a gozar de una diferencia por encima de los 5 minutos y medio sobre el grupo principal, en el que los eslovenos no tardaron en asumir las responsabilidades junto a los belgas. Pogacar y Evenepoel no querían sorpresas inesperadas.

En esos primeros kilómetros, lo más destacado fue la caída del francés Julian Alaphilippe. El doble campeón del mundo se vio obligado a retirarse con una clavícula rota y también resultó afectado el español Peio Bilbao, que abandonó. También dejaron la carrera el español Mikel Landa y el danés Mattias Skeljmose.

Todavía con el sexteto por delante, la selección española pasó al ataque con Pablo Castrillo a 130 km de meta. Aeleró en Witikon y ya empezó a endurecer la carrera.

La réplica el movimiento de Castrillo no tardó en llegar y una decena de corredores consiguieron abrir hueco hasta que, sin tardar mucho, terminaron formando un grupo cabecero de dieciséis unidades.

EXHIBICIÓN HISTÓRICA

Semejante exhibición le permitió igualar la gesta de Eddy Merckx en 1974 y de Stephen Roche en 1988, cuando ambos ganaron Giro de Italia, Tour de Francia y Mundial, pero ninguno sumó además un 'monumento'. Pogacar lo hizo con la Lieja-Bastoña-Lieja.

El resto estuvo muy lejos de acercarse al nivel que mostró Pogacar, que convirtió un recorrido muy duro en un puro monólogo. Ni el belga Remco Evenepoel ni Mathieu van der Poel, los otros grandes favoritos y los dos últimos campeones, fueron capaces de poner en entredicho la portentosa actuación de su rival.

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