Entrevista en EFE

El triste verano de Samu Omorodion en Madrid: "Entrenaba apartado y pasé muchas noches llorando"

El delantero español ahora brilla en el Oporto, pero antes de firmar por el club portugués lo pasó muy mal en Madrid: "Nadie habló conmigo y yo no hablé con nadie, sabía la postura del Atlético".

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Samu está siendo una de las revelaciones de la temporada.

Agencia EFE

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Samu Omorodion (Melilla, 2004) recuerda en una entrevista con EFE cómo vivió el mercado de traspasos del pasado verano. Tras ganar el oro olímpico, entrenó “apartado” en el Atlético de Madrid y, tras un fichaje por el Chelsea que se cayó, llegó el Oporto.Fue muy complicado, lo pasé muy mal, muchas noches llorando…”, cuenta.

El jugador sabe de sobra lo que es pasar dificultades. Su madre llegó a Melilla desde Nigeria, embarazada de él, buscando una vida mejor. “Mi infancia ha sido bastante dura”, relata. “Muchas veces mi madre no tenía dinero para que yo fuera a entrenar y teníamos que ir andando, algunas veces no teníamos para comer… Es duro”. Una historia que ha tenido un final feliz, con Samu pudiendo ‘recompensar’ a su madre: La pude sacar de trabajar el año pasado. Y también he podido comprarle una casa para que ella disfrute de lo que en el pasado no pudo”, desvela.

Cordon Press

El joven delantero español ha marcado 7 goles en los últimos 5 partidos.

"Estoy contento de cómo ha empezado la temporada. He llegado a un club y a un equipo en el que he encajado bien con mis características. Un equipo ofensivo al que le gusta jugar al fútbol. Al mejor club de Portugal, en el que vamos a pelear por los títulos", afirma sobre su llegada al Oporto este verano.

Un verano que no recuerda con mucho cariño y en el que lo pasó muy mal: "Por el oro no fue tan amargo. Pero sí fue un verano muy complicado. Cuando estuve en Madrid lo pasé muy mal. Al final, gracias a Dios todo salió bien. Si no salió lo del Chelsea fue por algo y al final ha salido todo bien. Entrenaba apartado. No me sentía partícipe, no como un futbolista. Entrenaba y mi cabeza me decía que no. Lo pasé mal. Muchas noches llorando… mi familia y mi madre lo pasaron muy mal… Al final, gracias a Dios, se cerró todo rápido y tomé la mejor decisión", se sincera.

"Nadie habló conmigo y yo no hablé con nadie. Yo seguía siendo jugador del Atlético de Madrid, tenía que ir a entrenar y a cumplir. Ya sabía la postura del club. Son cosas que pasan en el fútbol y que te hacen coger experiencia y aprender para el futuro", finaliza.

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