¿Cómo se vive la Semana Santa en España?
En algunas ciudades esta festividad ha sido declarada de Interés Turístico Internacional, como es el caso de Málaga, Sevilla o Cuenca, que cuentan con esta distinción desde 1980
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La Semana Santa que conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret se vive en España de formas diversas, pero todas tienen en común que atraen la atención tanto de los creyentes en la religión católica –que encuentran en estas fechas un tiempo para reflexionar en los misterios de la pasión-, como de los que sin serlo se sienten atraídos por el folclore que acompaña a estas celebraciones de indiscutible interés turístico y cultural.
Tanto es así que en algunas ciudades estas festividades han sido declaradas de Interés Turístico Internacional, como es el caso de Málaga, Sevilla o Cuenca, que cuentan con esta distinción desde 1980. Otras desde fechas más tempranas, como Toledo, Ferrol o Zaragoza, que lo hacen desde 2014.
LA SEMANA SANTA DE ANDALUCÍA
Hermandades de silencio, cofradías de capa y de barrio con la majestuosidad de la Alhambra invitan en Granada a ver procesionar imágenes y cortejos de gran belleza. Admirar las enormes fogatas que iluminan las cuevas de los gitanos en las Colinas del Sacromonte el Miércoles Santo, recorrer las calles del Albayzín en la noche del Jueves Santo o acompañar a Santa María de la Alhambra el Sábado Santo son algunas de las experiencias que ofrece esta ciudad de mágico encanto.
La solemnidad de las mujeres sevillanas en la víspera de la muerte de Jesucristo es una de las señas de identidad de la Semana Santa hispalense. Con traje de luto y una gran peineta de negro azabache recorren afligidas las calles de la ciudad. También las saetas que se lanzan de forma espontánea desde los balcones al paso de las procesiones.
La madrugada del Viernes Santo es de los momentos más emocionantes. Esa noche salen algunas de las imágenes más veneradas, como el Jesús del Gran Poder, la Macarena, la Esperanza de Triana o el Cristo de los Gitanos. Durante toda la noche y hasta entrado el día, las calles de la ciudad se llenan de sentimiento.
Una de las peculiaridades de la Semana Santa de Málaga es que las andas sobre las que son portadas las sagradas imágenes se denominan “tronos” que poseen notables diferencias con los pasos de las demás ciudades españolas, y no solo porque son de mayor tamaño. Mientras que los últimos son llevados por costaleros sobre las cervicales, los tronos son cargados a hombros.
Además, llama la atención la escolta de los cuerpos militares y de seguridad del Estado a los Sagrados Titulares que veneran, como la Brigada Paracaidista, la Legión, la Marina, los Regulares, los Infantes de Marina, la Policía Local o la Guardia Civil.
Una de las procesiones más multitudinarias es la de Jesús Cautivo, conocida popularmente como el Catuvio y el Señor de Málaga, que arrastra multitudes a su paso y saca lágrimas de personas que, pese a estar en plena multitud, viven ese momento en soledad con Él.
CASTILLA Y LEÓN, EL MAYOR NÚMERO DE FIESTAS DE INTERÉS TURÍSTICO
León es otra de las ciudades que viven la pasión de Cristo con gran devoción. Una peculiaridad de la ciudad es que a los cofrades se les llama "papones", que "pujan" –llevan- los pasos a hombros, vestidos con túnicas y la cara cubierta con un capirote.
En León hay 16 Cofradías y Hermandades, algunas con más de cuatro siglos de historia, que organizan cerca de 30 procesiones. Algunas de las más emblemáticas son la del "Perdón" el Martes Santo, en la que se libera un preso frente a la Puerta del Perdón de la Catedral; la de las "Bienaventuranzas" el Jueves Santo; la de la "Sagrada Cena"; y la de las "Siete Palabras", con papones a caballo que salen de la iglesia de San Marcelo.
Además, las calles de su emblemático Barrio Húmedo se llenan de vecinos y turistas dispuestos a probar su bebida más característica en estas fechas, la "limonada", una suerte de sangría que cada establecimiento elabora de un modo distinto. Al hecho de salir de ronda se denomina "ir a matar judíos".
En Castilla y León también destaca la Semana Santa de Valladolid y Zamora –sin dejar de lado la de Ávila, Palencia y Salamanca-. No en vano, es la comunidad autónoma con mayor número de celebraciones declaradas Fiestas de Interés Turístico Internacional.
Valladolid se caracteriza por el elevado valor artístico de sus tallas, que están entre las mejores del mundo gracias a imagineros como Juan de Juni y Gregorio Fernández. Sus procesiones llaman la atención, sobre todo, por la sobriedad y el silencio con el que discurren. Entre las procesiones más bellas está la de la Sagrada Pasión del Redentor y el Sermón de las Siete Palabras de la Plaza Mayor, que recuerda a los autos de fe del siglo XVI.
Por su parte, la Semana Santa de Zamora es una de las más antiguas de España. Su origen se remonta a 1273. Además, la ciudad cuenta con su propio Museo de Semana Santa, destinado a conservar y exhibir los pasos de las cofradías.
Su procesión más destacada es la de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente, que cuenta con 1.300 participantes. Marchó por primera vez en 1941 y desde entonces no ha habido un Jueves Santo que no haya recorrido las calles zamoranas.
En la actualidad, la Semana Santa de Valladolid y Zamora son las únicas candidatas a nivel nacional a convertirse en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco.
MURCIA, TALLAS DE SALZILLO Y ESENCIA DE LA HUERTA
Igualmente bella es la Semana Santa de Murcia, que destaca por su excelente patrimonio escultórico. En la actualidad son 15 las cofradías que se encargan de sacar a la calle 93 tronos con sus respectivas hermandades. Como seña de identidad, cada paso forma una hermandad constituida por los nazarenos penitentes y los estantes.
Tallas de Salzillo del siglo XVIII, esencia huertana y nazarenos que reparten caramelos, monas y otros presentes como se hacía en tiempos pretéritos con los más necesitados son el atractivo de Murcia en estas fechas. En la región también destaca la Semana Santa de Cartagena y Lorca.
TOLEDO, CONFLUENCIA DE CULTURAS
La cofradía más antigua de España está en Toledo. Surgió de la mano del rey Alfonso VI y el Cid Campeador durante la toma de la ciudad en 1085 y tuvo como cofrade al Greco. Hoy veinte hermandades no sólo organizan las procesiones, sino que son un verdadero reflejo de la historia y cultura toledanas, como la de Caballeros y Damas mozárabes.