I Jornada Mundial de los Pobres
La Conferencia Episcopal calienta motores para la Jornada Mundial de los Pobres
Bajo el lema “No amemos de palabra sino con obras”, la CEE y Cáritas unen fuerzas para celebrar en España la Jornada Mundial de los Pobres, que convoca este año el Papa Francisco por primera vez y que se celebrará el próximo domingo.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“Los pobres ya no nos duelen y nos estamos acostumbrando a esta situación”. Con estas palabras, Fernando Fuentes, director del Secretariado de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal, muestra el sentido de esta Jornada. Fuentes ha alertado del estado de indiferencia ante la pobreza en el que se encuentra la sociedad en general. “Las condiciones están mejorando, pero la pobreza sale con dificultad de su situación. Entonces, es fundamental que en España exista también esta sensibilidad y que además podamos ofrecer nosotros gestos concretos” afirma Fuentes, que ha hecho hincapié en algunas de las iniciativas que ha tomado el Papa en el Vaticano. Medidas como regalar los paraguas perdidos en San Pedro a los pobres, darles tarjetas telefónicas para que llamen a sus familias o habilitar un lugar donde puedan ducharse en el Vaticano.
Un aspecto muy llamativo de la Jornada es que no habrá una colecta destinada a la causa. “Es mucho más importante ser sensibles a lo que les está ocurriendo a esos pobres que simplemente ofrecer algunos bienes” ha sentenciado el director del Secretariado de Pastoral Social de la CEE.
Fernando Fuentes ha explicado que en nuestro país, las diócesis, así como las comunidades y movimientos se volcarán en la celebración de esta Jornada con diversas actividades propuestas por la CEE y la Santa Sede.
La idea de impulsar esta jornada nació hace un año, el 13 de noviembre, cuando concluyó el Año de la Misericordia. En la celebración del Jubileo por todas las personas marginadas, Francisco afirmó: “Quisiera que hoy fuera la Jornada de los pobres”. El Santo Padre ha establecido que esta Jornada Mundial de los Pobres se celebre cada año en el Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, el último antes de la celebración de Cristo Rey.
En su mensaje para esta Jornada, Francisco nos propone, por una parte, “estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro”, y por otra, “promover una caridad que nos lleve a seguir a Cristo pobre y a un verdadero encuentro con el pobre”.