¿Conoces cuál es la labor de los diáconos permanentes dentro del ministerio de la Iglesia?

El 10 de agosto, día de San Lorenzo, se celebra a los miembros de esta categoría clerical. Ellos ayudan al sacerdote en funciones como la celebración de Bautismos o dar la Comunión

¿Conoces cuál es la labor de los diáconos permanentes dentro del ministerio de la Iglesia?

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Como cada 10 de agosto, se celebra la fiesta de San Lorenzo. Este diácono, mártir durante la persecución romana durante el siglo III, es también el patrón de los diáconos.

El diaconado surge durante los inicios de la Iglesia. De hecho, San Esteban -el primer mártir de la Iglesia- fue miembro de este estado clerical. Del mismo modo, también fueron diáconos grandes santos como San Efrén, San Francisco de Asís o San Lorenzo, el santo que hoy celebramos.

En qué consiste el diaconado

La figura del diácono es especialmente particular dentro de la Iglesia. Y es que, si bien cuenta con algunas funciones propias del sacerdocio, encuentra algunas limitaciones en el ejercicio de su ministerio. No obstante, el diácono no es un simple ayudante del sacerdote. Sus funciones se centran en el cuidado de la liturgia, el ministerio de la Palabra y el ejercicio de la caridad.

Las funciones del diácono, conforme a los cánones del Código de Derecho Canónico, son, entre otras, la administración del Bautismo y el ministerio de la Eucaristía, pudiendo distribuirla y conservarla, así como exponer el Santísimo y bendecir con él a los fieles. También puede administrar la Unción de enfermos y presidir funerales o entierros, siempre que no se encuentren enmarcados en la celebración de una Misa, ya que ellos no pueden celebrarla.

La figura del diácono es un grado del sacramento del Orden que reciben los seminaristas poco antes de ser ordenados sacerdotes. Aunque, en este sentido, el diaconado puede ser erróneamente considerado una simple etapa de formación, lo cierto es que la particularidad de su ministerio conlleva la existencia de los diáconos permanentes, es decir, que nunca llegan a ser ordenados presbíteros.

Si bien la figura del diácono permanente fue suprimida por la Iglesia en el siglo V, el Concilio Vaticano II restauró su existencia "como un grado particular dentro de la jerarquía".

San Lorenzo, patrón de los diáconos

ctv-f0a-san-lorenzo

San Lorenzo ejerció su labor pastoral en Roma a lo largo del siglo III. El Papa Sixto II lo nombró administrador de bienes de la Iglesia y le dió permiso para dar ayuda entre los más desfavorecidos.

En el año 257, el emperador Valeriano promulgó un edicto con el que comenzó una agresiva persecución contra los cristianos, con lo que San Lorenzo y varios cristianos, entre ellos el Papa, son arrestados.

Durante su detención, el emperador le mandó traer todos los tesoros que poseía la Iglesia, con el objetivo de requisarlos. Varios días después, Lorenzo se presentó con varios pobres, asegurando que ellos eran los tesoros de la Iglesia. Al tomarlo como un gesto de burla, Valeriano manda quemar a Lorenzo tostándolo en una parrilla hasta la muerte, convirtiéndose así en mártir por amor a Cristo.