Dos grandes convocatorias, China y las finanzas del Vaticano: las grandes decisiones del Papa en este 2020

El deseo inicial era organizar un gran encuentro mundial en mayo, que acabó convirtiéndose en una cumbre virtual en el mes de octubre

Papa Francisco

Eva Fernández Huéscar

Roma - Publicado el - Actualizado

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A principios de 2020, el Vaticano había confirmado el primer viaje de pontífice. Sería una corta visita a Malta prevista para el 31 de mayo, pero el estallido de la pandemia mundial obligó a su cancelación.

En 2020 el Papa Francisco no ha realizado ningún viaje internacional, pero ha confirmado un viaje a Irak en el mes de marzo de 2021, del 4 al 8. Era un destino muy deseado desde hace tiempo. A lo largo de 4 días visitará Bagdad, pero también la llanura de Ur, patria de Abraham, así como las ciudades de Mosul y Qaraqosh, las ciudades donde había más cristianos antes de ser arrasadas por el Estado Islámico.

Además, desea hacer una parada en Erbil, capital del Kurdistán, para enviar un mensaje al pueblo kurdo. Entre los viajes que quedaron pendientes, el presidente de Chipre había anunciado que el papa Francisco había aceptado su invitación para visitar su país. Y estaba todo preparado para su primer viaje a Oceanía: Papúa Nueva Guinea, Timor del Este e Indonesia.

En esta época es la evolución de la pandemia quien dictará los desplazamientos, pero sabemos que el Papa desea viajar a Sudán del Sur, junto al primado de la Iglesia Anglicana y también Líbano, como ha afirmado en diciembre de 2020 en los mensajes que ha enviado a estos países con motivo de la Navidad.

Los grandes encuentros internaciones “virtuales” del Vaticano durante la pandemia

Para este año estaban previstas dos convocatorias muy relevantes. En una de ellas el Papa tenía previsto reunir a líderes y expertos de la economía mundial y en la otra a representantes del mundo educativo. Los dos encuentros tuvieron que posponerse y terminaron celebrándose de forma virtual.

"Reconstruir el pacto educativo global": El fin propuesto era conseguir que a través de la educación se formen individuos maduros que se comprometan en el cuidado de la casa común: “Invito a cada uno a ser protagonista de esta alianza, asumiendo un compromiso personal y comunitario para cultivar juntos el sueño de un humanismo solidario, que responda a las esperanzas del hombre y al diseño de Dios”, esta era la propuesta del Papa al convocar este encuentro.

El deseo inicial era organizar un gran encuentro mundial en mayo, que acabó convirtiéndose en una cumbre virtual en el mes de octubre. Contó con participantes de gran nivel, entre ellos la directora general de la UNESCO Audrey Azoulay.

La “Economía de Francisco”: Un encuentro especialmente dirigido a los jóvenes economistas y empresarios, menores de 35 años. El pasado mes de noviembre, con aforo reducido en la ciudad italiana de Asís y conexiones con medio mundo, el Papa recordó a los participantes que “este encuentro no es un punto de llegada sino el puntapié inicial de un proceso que estamos invitados a vivir como vocación, como cultura y como pacto”. El fin del Congreso era impulsar la creación de una economía más justa, inclusiva y sostenible.

Dos grandes convocatorias: el Año de San José y el Año de la Familia

El día de la Fiesta de la Inmaculada, el Papa dio una gran sorpresa proclamando el Año de San José, patrono de la Iglesia universal. Hasta el 8 de diciembre de 2021, Francisco ha invitado a los fieles a acudir a su protección como “consuelo y alivio en las graves tribulaciones humanas y sociales que hoy atenazan el mundo contemporáneo”.

En este año especial de San José, el Santo Padre concede indulgencia plenaria por numerosos gestos de devoción, desde la meditación del Padre Nuestro hasta alguna obra de misericordia espiritual o corporal, incluyendo el rezo del rosario en familia entre otras prácticas de oración.

El año 2020 se concluye con otra gran iniciativa. El Papa Francisco convoca un Año especial dedicado a la familia, que se inaugurará el 19 de marzo de 2021, con motivo del quinto aniversario de la publicación de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia. La propuesta, que lleva el nombre de Año 'Familia Amoris Laetitia', pondrá a disposición de las diócesis instrumentos pastorales para reflexionar sobre este documento y concluirá con la celebración del X Encuentro Mundial de las Familias en Roma, en junio de 2022.

El séptimo Consistorio del Papa Francisco para crear 13 nuevos Cardenales

En 2020 se han nombrado nuevos cardenales electores para cubrir el hueco de los que irán cumpliendo 80 años a lo largo de los próximos doce meses. De los 13 nuevos cardenales creados por Francisco el pasado mes de noviembre, solo 9 de ellos podrán participar en un eventual cónclave, los otros 4 no podrán votar por ser mayores de 80 años de edad.

El Colegio de Cardenales ha quedado compuesto por 128 electores y 101 no electores. Supera el límite de 120 votantes establecido por Pablo VI en 1975. En estos momentos 95 de ellos han sido creados por Francisco; 69 por Benedicto XVI; y 65 por Juan Pablo II.

El deseo del Papa es optar por crear cardenales de zonas remotas y no por sedes tradicionales. Por este motivo ha dado más presencia a cardenales de Latinoamérica, África y Asia. A diferencia del cónclave que eligió a Francisco, en el que el 52% era europeo, tras el consistorio de noviembre, tan sólo lo es el 41% de los cardenales.

Entre los nuevos cardenales de 2020 se encuentra el obispo de Washington, Wilton Gregory, que se ha convertido en el primer cardenal afroamericano. También el primer cardenal de Brunéi, Cornelius Sim. En la lista está el maltés Mario Grech, secretario general del Sínodo de Obispos; y el ruandés, Antoine Kambanda, arzobispo de Kigali.

Seis de los nuevos cardenales son italianos: Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Augusto Lojudice, arzobispo de Siena, Fray Mauro Gambetti, guardián del Convento de Asís, el nuncio Silvano Tomasi, que representó al Vaticano en las sedes de Naciones Unidas en Ginebra, Rainiero Cantalamessa, que desde 1980 es predicador de la Casa Pontificia y el sacerdote Enrico Feroci, que fue director de Cáritas Roma.

El Papa ha nombrado también cardenal a José Advincula, arzobispo de Capiz, en Filipinas, al español Celestino Aos, arzobispo de Santiago de Chile y al mexicano Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristobal de las Casas, en Chiapas, que en mayo cumplió 80 años.

Renovación del acuerdo con China

El Vaticano y Pekín han renovado en octubre de 2020 el histórico acuerdo para el nombramiento de obispos que reconoció, al cabo de 70 años, la autoridad religiosa del Papa dentro de China. El Vaticano ha querido prorrogarlo ‘ad experimentum’ como se ha hecho en estos dos últimos años para comprobar su utilidad. La renovación no requiere, ni incluirá en plazo breve, el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas entre los dos estados.

Durante estos dos años, el acuerdo ha permitido el reconocimiento por parte del Papa de los obispos nombrados unilateralmente por el gobierno chino y el reconocimiento oficial, por parte de Pekín, de siete obispos legítimos ordenados sin el consentimiento del gobierno y que ahora ejercen abiertamente sus funciones. Ha permitido también la ordenación de dos nuevos obispos con mandato del Papa, así como la participación, por primera vez, de dos obispos chinos en un Sínodo en Roma en octubre de 2018.

El Vaticano considera que, sin ser perfecto, es el mejor de los acuerdos posibles en este momento y ha hecho realidad un proyecto en el que habían trabajado Juan Pablo II y Benedicto XVI durante muchos años.

Cambios en las finanzas vaticanas

A principios del año se incorporaba al frente de la Secretaría de Economía del Vaticano el jesuita español Juan Antonio Guerrero Alves, quien no será ordenado obispo, según se comunicó al hacerse público su nombramiento.

En estos momentos, la Fiscalía del Vaticano mantiene suspendidos a cuatro funcionarios de la Secretaría de Estado y al director de la Autoridad de Información Financiera por irregularidades en el intento de forzar al Banco del Vaticano (IOR) a solucionar problemas hipotecarios de una inversión inmobiliaria en Londres gestionada por la Secretaría de Estado.

Tras cinco años sin publicar el estado de las cuentas, en 2020 se hizo público el balance de resultados de la Santa Sede (la Curia vaticana), que ascendió a 318 millones de euros con un déficit de 11 millones, y con posibilidad de multiplicarse al menos por cinco en 2020 debido a la pandemia.

El traspaso de los patrimonios y fondos reservados de todos los departamentos a la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), indicado por el Papa en noviembre de 2018, podría concluirse próximamente.

La reforma de la curia vaticana, una asignatura pendiente para 2021

En 2020 se avanzó en una de las propuestas más importantes desde el inicio del pontificado de Francisco: la reforma de la curia vaticana. La constitución apostólica que lleva por nombre “Predicad el Evangelio” integra en una norma única todos los cambios ya realizados, alguno de ellos ya iniciados por Benedicto XVI. En las distintas reuniones del Consejo de Cardenales se ha ido revisando el borrador.

En principio el nuevo organigrama confirma el papel central de la Secretaría de Estado y el de la Secretaría de Economía. La reforma iguala el rango de todos los departamentos («dicasterios»). En el orden de departamentos no figura en primer lugar el de la Doctrina de la Fe, sino el de la Evangelización, para dejar claro que ésta es la tarea esencial. El borrador anima a la descentralización dentro del gobierno de la Iglesia y a dar mayor papel a los laicos