ÁNGELUS 25 FEBRERO 2018
Francisco pide a la Virgen fuerza en la Cuaresma y clama por la paz en Siria
El Papa Francisco invita a vivir la Cuaresma como un tiempo “para disfrutar de la familiaridad con Dios”, y reanudar así “el camino extenuante de la cruz, que conduce a la resurrección”.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En el segundo domingo del tiempo de Cuaresma, el Santo Padre recordó, desde el balcón del Palacio Pontificio, la invitación que nos hace el Evangelio de hoy de “contemplar la transfiguración de Jesús”. Un pasaje del Evangelio según San Marcos que está íntimamente relacionado con la revelación que hizo Jesús a sus discípulos cuando a éstos les dijo que tendría que “sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días” (Mc 8,31). Este anuncio, explica el Papa Francisco, puso en crisis a Pedro y a todos los discípulos, pues no contemplaban la idea de que Jesús fuese rechazado por los líderes del pueblo y asesinado.
La Transfiguración de Jesús: amor infinito
El Papa hace una pausa para lanzar una pregunta a los fieles presentes: ¿Cómo poder seguir a un Maestro y Mesías cuya vida terrenal terminaría de esa manera? La respuesta – asegura - viene precisamente de la transfiguración: “una aparición pascual anticipada”. La transfiguración permite a los discípulos afrontar “la pasión de Jesús” de un modo positivo, sin sentirse abrumados, también les ayudó y nos ayuda hoy a nosotros, “a comprender que la pasión de Cristo es un misterio de sufrimiento”, pero sobre todo, “un don de amor infinito por parte de Jesús” que dona su vida en sacrificio, atravesando el camino de la persecución, el sufrimiento y la muerte.
Francisco también explica que si antes de la pasión no hubiese estado la “Transfiguración de Jesús”, la resurrección y el misterio pascual de Jesús “no se hubieran comprendido fácilmente en toda su profundidad”. Para comprenderlas, - afirma el Papa – “es necesario saber de antemano que Aquel que sufre y que es glorificado no es sólo un hombre, sino el Hijo de Dios” que nos ha salvado con su amor fiel hasta la muerte.
La divinidad de Jesús debe manifestarse precisamente en la cruz
La revelación de la “divinidad de Jesús” tuvo lugar en la montaña, relata Francisco, y es por ello que invita a “subir con Jesús a la montaña” y permanecer con Él, “estar más atentos a la voz de Dios y dejarse envolver y transformar por el Espíritu”, especialmente durante la Cuaresma. Una experiencia de contemplación y oración, en la que el Papa también nos pide que la vivamos “no para escapar de la dureza de lo cotidiano, sino para disfrutar de la familiaridad con Dios”, y reanudar así con vigor renovado “el camino extenuante de la cruz, que conduce a la resurrección”.
Por último, pidió confiar en la maternal ayuda de la Virgen María para proseguir con fe y generosidad “el camino de la Cuaresma”.
Tras el rezo del Ángelus Papa Francisco lanzó desde su ventana del Palacio Apostólico un llamamiento en favor de la paz en Siria “amada y martirizada”. “Uno no puede luchar contra el mal con otro mal”, exclamó pidiendo un alto el fuego inmediato.
Papa Francisco recordó que este mes de febrero de 2018 es “uno de los más violentos” desde el comienzo del conflicto en 2011. La guerra “estalló nuevamente, especialmente en Ghouta Oriental”, dijo preocupado. Esta región, mantenida por los rebeldes, está siendo atacada actualmente por las fuerzas gubernamentales. En respuesta, los rebeldes dispararon morteros y cohetes contra la capital, Damasco, afectando en particular a los vecindarios cristianos.
“Esto es inhumano, no puedes luchar contra el mal con otro mal”, dijo el sucesor de Pedro:. “Hago un llamamiento sincero para detener la violencia de inmediato”. Además el pontífice pidió que la ayuda humanitaria acceda a las zonas de combate para que los enfermos y heridos puedan ser evacuados. “Recemos a Dios para que suceda pronto”, insistió durante largo tiempo en silencio antes de rezar por un Ave María.
El 24 de febrero, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad una resolución que pedía un alto el fuego “sin demora” durante treinta días consecutivos. Este acuerdo “estrictamente humanitario”, sin embargo, excluye a los grupos terroristas, incluida la organización del Estado Islámico, Al Qaeda y sus afiliados.