Las capillas de Adoración Eucarística de Chile acogen una Hora Santa para detener la nueva ley del aborto
Varios grupos políticos apoyaron debatir la extensión de esta ley hasta las 14 semanas de gestación. El gobierno de Michelle Bachelet legalizó este marco jurídico en 2017
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La Comisión Nacional de Adoración Eucarística de Chile ha impulsado la celebración de una 'Hora Santa por la vida'. La iniciativa surge como respuesta al intento en el parlamento del país andino de extender las causales que permitirían la ejecución de un aborto.
En 2017, el Gobierno de Michelle Bachelet legalizó el aborto en Chile bajo las causales de inviabilidad del feto, riesgo para la vida de la madre o violación. Sin embargo, ahora varios grupos políticos tienen la intención de extender el contexto en que un feto sería asesinado en el vientre, después de que el pasado 29 de septiembre se aprobara este debate.
Por este motivo, la Comisión de Adoración Eucarística
Señor de la vida y de la esperanza".
Una Hora Santa para evitar la extensión del aborto en Chile
En este sentido, los fieles han sido convocados para rezar a las tres de la tarde ante el sagrario, pidiendo por el rechazo a la propuesta de extensión del aborto. Además, ha destacado que los políticos y legisladores "tienen en sus manos la vida de miles de niños por nacer".
La Hora Santa por la vida será acogida por más de sesenta capillas repartidas por todo el territorio, y durará hasta la finalización del debate en la Cámara de Diputados. Del mismo modo, han solicitado oraciones para pedir al Señor que "perdone y convierta los corazones de todos los que participan de alguna manera de este macabro delito, incluyendo la sociedad y su silencio cómplice".
En este sentido, la Conferencia Episcopal de Chile expresaron su preocupación por "los valores esenciales que están en juego", al tiempo que recordaban las palabras del Papa Francisco: "la defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano".
Además, los obispos de Chile señalaron el derecho a la vida como "el primero de los derechos", motivo por el que reclamaron su respeto y protección "desde la concepción hasta la muerte natural. Por eso, no matar deliberada y directamente al inocente es un absoluto moral cuyo reconocimiento y protección resulta indispensable para la vida en comunidad".