ÁNGELUS DEL DOMINGO, 27 DE AGOSTO DE 2017

Somos piedras preciosas en manos de Cristo

El Papa Francisco introdujo el rezo mariano del Ángelus del XXI Domingo del Tiempo  Ordinario, reflexionando con el Evangelio de San Mateo (16, 13-20), que presenta la confesión de Pedro al Señor Jesús. Cuando el primero de los Apóstoles responde al Maestro con palabras que nacen de su corazón: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo», enviado por Dios para salvar a la humanidad. Y Jesús, comprendiendo que la fe de Simón es un cimiento sólido para construir su Iglesia, le dice: «tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia».

Papa Francisco en el Ángelus

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Tras señalar que «también con nosotros, hoy, Jesús quiere seguir construyendo su Iglesia, esta casa con cimientos sólidos, donde sin embargo no faltan grietas, y que necesita constantemente ser reparada, como en los tiempos de Francisco de Asís», el Santo Padre destacó que aunque nos sintamos piedras pequeñas, «ninguna piedra pequeña es inútil, aún más, en las manos de Jesús se vuelve preciosa». «Y todos nosotros nos convertimos en ‘piedras vivas’ gracias a su amor, y así tenemos un lugar y una misión en la Iglesia».

«El Evangelio de hoy nos recuerda que Jesús ha querido para su Iglesia un centro visible de comunión en Pedro y  en aquellos que le iban a suceder en la misma responsabilidad primacial, que desde los orígenes han sido identificados en los Obispos de Roma, la ciudad donde Pedro y Pablo han dado testimonio de la sangre», reiteró el Papa Francisco e invocó a María, Reina de los Apóstoles, Madre de la Iglesia: «hoy, nuestra Madre nos sostenga y nos acompañe con su intercesión, para que realicemos plenamente aquella unidad y aquella comunión por la cual Cristo y los Apóstoles han rezado y han dado la vida».

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