Carta del obispo de Astorga: «Para dar razón de nuestra fe. Apoyar la formación de los laicos»

Jesús Fernández González explica que debido a la creciente secularización occidental, la formación de los fieles laicos se ha convertido en una necesidad urgente

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hace décadas que la Iglesia viene insistiendo en la importancia de la formación. “La formación de los fieles laicos -decía el Papa S. Juan Pablo II- se ha de colocar entre las prioridades de la diócesis y se ha de incluir en los programas de acción pastoral de modo que todos los esfuerzos de la comunidad… concurran a este fin” (ChL 57). ¿A qué se debe esta urgencia? En primer lugar, a la realización de la vocación de cada bautizado por estar llamado a la santidad. La gracia bautismal lo impulsa a crecer y madurar permanentemente en la fe configurándose cada día más y mejor con Jesucristo, conociendo y cumpliendo como él la voluntad del Padre, bajo la guía del Espíritu Santo.

Esta urgencia viene determinada también por la necesidad de evangelización, debido a la creciente secularización de la cultura occidental. En palabras del Concilio Vaticano II: “El apostolado solamente puede conseguir su eficacia con una formación multiforme y completa. La exige no sólo el continuo progreso espiritual y doctrinal del mismo seglar, sino también las diversas circunstancias, personas y deberes a los que tiene que acomodar su actividad” (AA 28).

De entre las distintas dimensiones que ha de tener la formación, en este momento, me voy a fijar en la intelectual. Dicha formación es necesaria para profundizar la fe cristiana y para dar razón de la esperanza. La falta de cultura religiosa, especialmente de las nuevas generaciones, nos reclama con urgencia una formación teológica integrada en los procesos de iniciación cristiana e impregnada de experiencia vital. Se han de presentar los contenidos básicos de la fe, pero tocando a la vez el corazón, convirtiéndolos en lugar para la mística.

Desde hace tiempo, nuestra diócesis está comprometida con esta formación. No podemos dejar de recordar con gratitud el esfuerzo realizado y que cuajó en la puesta en marcha de colegios en ciudades como Ponferrada y La Bañeza; también en zonas rurales donde su presencia era especialmente significativa y comprometida socialmente. Es el caso de los de Puebla de Sanabria, La Rúa y Vega de Espinareda. Mantienen su servicio los de San Ignacio en Ponferrada y el San Pablo VI de La Rúa. Aprovecho la ocasión para agradecer la confianza de las familias y la dedicación de los que los mantienen vivos.

Si nos referimos a la formación reglada de adultos, la diócesis cuenta con el Instituto Superior de Ciencias Religiosas a Distancia “San Genadio”, dependiente de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, en el que se puede obtener el Grado y el Bachillerato en Ciencias Religiosas y la Declaración Eclesiástica de Competencia Académica (DECA) para Secundaria. Su objetivo es formar laicos para los distintos ministerios y servicios eclesiales. Además, acabamos de erigir el Instituto Superior de Teología de Astorga y León (ISTAL), afiliado a la Universidad Pontificia de Salamanca. Este Centro está habilitado para ofrecer los estudios filosóficos y teológicos a los aspirantes al sacerdocio; también a los laicos y a la vida consagrada en orden a realizar otros ministerios de servicio a la comunidad eclesial. En él se puede obtener el Bachillerato en Teología (Grado en Estudios Eclesiásticos). Son nuestros centros y están al servicio de todos. Aprovechemos la oportunidad que nos ofrecen.

+ Jesús Fernández González

Obispo de Astorga