Carta del obispo de Osma-Soria: «No lo dudes: apúntate a clase de Religión»
En su escrito de esta semana, Abilio Martínez Varea recuerda que la clase de Religión «es un derecho que tiene el menor con el fin de cultivar todas las dimensiones de la persona»
Madrid - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Queridos padres y alumnos:
Cada vez que se aprueba una nueva Ley de Educación en España, la clase de Religión Católica sufre los vaivenes derivados de la concepción que el Gobierno de turno tiene sobre la presencia de la Religión en la escuela. Sería deseable que las leyes educativas no fueran tan cambiantes por el bien de los alumnos, de los profesores, de los padres y de la sociedad en general. Para ello, habría que llegar a un pacto educativo donde se dejaran un lado todo tipo de prejuicios y se buscara una situación de estabilidad en el mundo de la educación, para lograr la formación integral del presente y futuro de nuestra sociedad: los niños y jóvenes que asisten a las diversas etapas educativas. Por ahora, no hemos logrado ese pacto y ya hay Asociaciones de padres y madres que han decidido llevar al Tribunal Supremo los currículos de Educación Primaria, ESO y Bachillerato de la nueva Ley.
En esa Ley que entrará en vigor el próximo curso (LOMLOE) está presente la clase de Religión Católica. No os dejéis llevar por rumores, que no son ciertos, sobre que no habrá clase de Religión o que aquellos que no cursen la Religión podrán irse a su casa. NO ES ASÍ. Por consiguiente, como todos los años, al hacer la inscripción de vuestros hijos solicitad que se les apunte para recibir la Enseñanza Religiosa Escolar. Es verdad que, dependiendo de las Comunidades Autónomas, la presencia de la clase de Religión puede verse reducida. Y que ya no habrá una asignatura espejo en la que poder aprender e integrar valores cívicos y éticos. Pero seguirá habiendo clase de Religión y aquellos que no la cursen, permanecerán en el centro recibiendo la debida atención educativa.
Se ha celebrado en Madrid el I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión que ha congregado a más de mil profesores y personalidades de talla del mundo educativo como Pablo D´Ors, Gregorio Luri y Andreas Scheleicher. De lo ahí tratado valoro, en primer lugar, que la religión es fundamental a la hora de tomar decisiones importantes en la vida. Cada vez más se insiste en que la escuela no es solo un lugar de instrucción, de enseñanza de conocimientos – máxime cuando el mundo digital pone a nuestro alcance todo tipo de información-, sino de forjar personas competentes ante cualquier aspecto de la vida. Y precisamente reducimos el horario de la clase de Religión en la escuela, que es una materia dedicada de forma particular, a la construcción de la persona con unos valores humanos y cristianos que dan sentido a la totalidad de la vida.
En segundo lugar y sin olvidar la implicación de los padres, se hacía en ese Encuentro de profesores de Religión, una afirmación interesante: la clase de Religión es un derecho que tiene el menor con el fin de cultivar todas las dimensiones de la persona. Y la dimensión espiritual no puede estar ausente, ya que los niños y los jóvenes se hacen preguntas sobre el sentido de la persona, del mundo, de la vida. Y el niño tiene derecho a que se le responda desde todas las perspectivas, también la religiosa – trascendental.
Finalmente, tampoco se puede olvidar que la asignatura de Religión contribuye a la formación integral de la persona proporcionando conocimientos indispensables para comprender la historia de Europa, el patrimonio artístico-religioso tan abundante y valioso en todas las tierras de España, sobre todo en Castilla y León, la Filosofía, la Literatura y un largo etcétera de materias que serían muy difíciles de entender sin un buen estudio de la Religión Católica. Esta asignatura aporta el conocimiento de las tradiciones y costumbres que impregnan nuestra cultura soriana. Sin conocer nuestro pasado no podemos construir ni comprender un presente sólido
También quiero animar a los profesores de Religión reconociendo vuestra preciosa tarea en la escuela. No sois catequistas sino profesionales educadores que lleváis a los niños y jóvenes el saber de la teología en formato escolar. Realizáis el tan deseado y necesario diálogo de la fe con la cultura, contribuyendo con ello al desarrollo de vuestros alumnos y alumnas que reconocen en vosotros al maestro y amigo en el que confiar. Seguid con ánimo curso tras curso, pues tanto la sociedad como la Iglesia reconocen vuestra labor en el día a día en la escuela.
Hay otras muchas y buenas razones para asistir a la clase de Religión, pero no insisto más. Solo te recuerdo: NO LO DUDES: APÚNTATE A LA CLASE DE RELIGIÓN.
+ Abilio Martínez Varea
Obispo de Osma-Soria