Carta del obispo de Tarazona: «La vida consagrada»
Vicente Rebollo recuerda en su carta semanal a las personas de vida consagrada, quienes celebraron su jornada especial el pasado 2 de febrero
Madrid - Publicado el
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El pasado día 2 celebrábamos la fiesta de la Presentación del Señor, la fiesta de la Virgen de las Candelas, María y San José cumpliendo la tradición presentan a Jesús en el templo. Allí es reconocido por el anciano Simeón como “luz para alumbrar a las naciones y gloria del pueblo de Israel”. Coincidiendo con esta fiesta se celebra en la Iglesia la Jornada de la Vida Consagrada con el lema “la vida consagrada caminando en esperanza”. En nuestra diócesis contamos con 5 comunidades de vida contemplativa y 8 de vida activa, sin duda una gran riqueza para nuestra iglesia local.
Son un testimonio por su compromiso de seguir al Señor en obediencia, pobreza y castidad y así, nos anuncian que el Señor, luz para todo hombre, camina con nosotros y nos espera al final de nuestra vida. Su fraternidad, su vida comunitaria, nos muestra cómo la esperanza pasa por no aferrarse a la propia voluntad, sin tener en cuenta al otro; pasa por compartir lo que tenemos, bien sea nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestro dinero; pasa por la entrega de toda su persona al servicio desinteresado del otro.
Nuestro mundo tan debilitado después de la pandemia necesita mucha confianza de los unos para con los otros, mucha fraternidad más allá de las diferencias personales, hacer camino juntos más allá de los propios intereses.
Queridos miembros de la vida religiosa, vuestra unión íntima con Cristo nos muestra dónde está la fuente del progreso y de la verdadera felicidad. Como María, la hermana de Marta, habéis escogido la mejor parte y, bien pertenezcáis a la vida contemplativa, desde el silencio del trabajo y de la oración, bien sea desde la vida activa, con vuestra entrega total y permanente sirviendo a los demás según vuestro carisma, estáis gozando del amor de Dios hecho entrega cada día.
Gracias por este testimonio, gracias por decirnos que Dios puede ser el primero en nuestra vida y que nada ni nadie podrá separarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús (Rm. 8, 39). Una de las cosas por las que más se interroga el hombre de hoy es por la alegría que siempre mostráis, la felicidad que se palpa en vuestras comunidades. Necesitamos ese testimonio, necesitamos que nos mostréis, cómo estando llenos de Dios, nada nos faltará, porque como nos dice santa Teresa “solo Dios basta”
Rezad mucho por este mundo, por nuestra sociedad, por nuestra diócesis de Tarazona, lo necesitamos.
Hoy, queremos transmitiros nuestro agradecimiento en forma de cariño; en nuestro corazón hay un hueco para vosotros, sentidnos cercanos y dispuestos a colaborar con todos vosotros, que vuestras necesidades sean también las nuestras. Seguid caminando en esperanza y ayudadnos a ser cristianos llenos de esperanza. Que el Señor os conceda vocaciones para todas vuestras comunidades y así podáis seguir ejerciendo vuestro carisma en la Iglesia y en este mundo.
+ Vicente Rebollo
Obispo de Tarazona