Carta del obispo de Tarrasa: «Escucha la voz de la creación»
Salvador Cristau Coll desgrana el mensaje del Papa sobre el Tiempo de la Creación, que la Iglesia celebra durante estas semanas
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“Escucha la voz de la creación”, éste es el tema y la invitación del Papa Francisco para una reflexión en el período que ha comenzado el día 1 de septiembre con la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, y que finalizará el 4 de octubre con la fiesta de San Francisco de Asís.
Es un momento especial para que todos los cristianos recemos y cuidemos juntos nuestra casa común. Inspirado originalmente por el Patriarcado ecuménico de Constantinopla, este tiempo es una oportunidad para cultivar nuestra “conversión ecológica”, una conversión alentada por san Juan Pablo II como respuesta a la “catástrofe ecológica” anunciada ya por san Pablo VI en 1970.
El Papa Francisco nos recuerda en este mensaje que si aprendemos a escucharla, notaremos una especie de disonancia en la voz de la creación. Por un lado es un canto dulce que alaba a nuestro querido Creador, pero por otro lado es un grito amargo que se queja del maltrato humano.
Los hombres de nuestro mundo vivimos en continuas contradicciones. Nos admira la belleza de la naturaleza pero no hacemos nada para mantener el equilibrio de la creación. Dejamos que se vaya degradando al tiempo que se va produciendo también una degradación en el ser humano. Nos falta equilibrio en nosotros mismos, en nuestras relaciones humanas, familiares, de amistad. Y tampoco lo tenemos en nuestra relación con Dios y con la naturaleza.
El Papa san Juan Pablo II hablaba de una “ecología integral”, que debe empezar por tener en paz nuestra conciencia, nuestro corazón, y que debe ir extendiéndose a nuestros sentimientos, a nuestras decisiones, a todo lo que hacemos y vivimos.
Volviendo al mensaje del Papa, nos dice: "Es una invitación a basar nuestra espiritualidad en la "amorosa conciencia de no estar desconectados de las otras criaturas, de formar con los demás seres del universo una preciosa comunión universal". Para los discípulos de Cristo, en particular, esta experiencia luminosa refuerza la conciencia de que «todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe» (Jn. 1, 3).
Volvamos, pues, en este “Tiempo de la Creación”, a rezar en la gran catedral de la creación, disfrutando del «grandioso coro cósmico» de innumerables criaturas que cantan alabanzas a Dios. Nos unimos al canto san Francisco de Asís: «Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas» (Cántico de las criaturas). Nos unimos al canto del salmista: «Que todos los seres vivientes alaben al Señor» (Sal 150,6).
+ Salvador Cristau Coll
Obispo de Tarrassa