Carta pastoral del arzobispo de Barcelona: "Todos estamos invitados"
El cardenal Omella pide a Jesús "nos ayude a construir comunidades que abran las puertas a todos, especialmente a aquellos que la sociedad margina"
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Jesús es un observador incansable de la realidad de su tiempo y de sus observaciones y comentarios podemos sacar claves fundamentales para comprender qué quiere Dios de nosotros y de la humanidad para extender su Reino. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en el evangelio de hoy.
El evangelista Lucas nos sitúa en un banquete organizado por un fariseo, un miembro de un grupo religioso judío que era conocido porque cumplía estrictamente la Ley de Moisés. Uno de los invitados es Jesús, el cual aprovecha la ocasión para ofrecernos algunas reflexiones.
En este banquete entran en juego muchos elementos, en él se proyectan actitudes y comportamientos sorprendentes a los ojos de Jesús. Los invitados, cuando entran en la sala, ocupan siempre los primeros puestos, comportamiento que Jesús les reprocha con vehemencia. Para el Señor, la invitación a un banquete es pareja a la invitación al Reino de Dios. Si queremos entrar en su Reino tenemos que ser humildes. Ser humilde implica conocernos, aceptarnos tal como somos y reconocer nuestra fragilidad. Jesús nos dice que si queremos ser grandes tenemos que aprender a ser pequeños.
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11,29).
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Queridos hermanos y hermanas, que Dios nos ayude a reconocer nuestra pequeñez y la grandeza de su amor. Que Jesús nos ayude a construir comunidades que abran las puertas a todos, especialmente a aquellos que la sociedad margina.
† Cardenal Juan José Omella Omella
Arzobispo de Barcelona