Carta del obispo de Osma-Soria: «Por tu palabra, echaré las redes»

Abilio Martínez Varea presenta el nuevo plan pastoral para la diócesis, un plan concebido desde la sinodalidad y que estará vigente durante los próximos cuatro años

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Redacción Religión

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Queridos diocesanos:

El pasado 11 de junio asistí a la Asamblea Final Sinodal de la Conferencia Episcopal Española que tuvo lugar en Madrid con una asistencia multitudinaria. Fue un acontecimiento extraordinario en el que se presentó la síntesis de las conclusiones aportadas por las diversas diócesis de la Iglesia que peregrina en España sobre “Sinodalidad: comunión, participación y misión”.

San Juan Crisóstomo afirma que “Sínodo es nombre de Iglesia”. Difícilmente la Iglesia reflejará su identidad si no ejerce permanentemente la sinodalidad. Así, precisamente en sinodalidad, hemos elaborado el Plan diocesano de pastoral para los próximos cuatro años, después de un largo proceso que culminó en una Asamblea en la que expresamos la grandeza de la tarea evangelizadora y la ilusión por seguir echando las redes sin descanso. Aunque nuestra realidad es pequeña y frágil se abren nuevos horizontes de trabajo pastoral para estos próximos años en los que pretendemos: 1) Lograr la conversión pastoral para vivir de verdad la comunión eclesial. 2) Cuidar los procesos de iniciación, acompañamiento y formación. 3) Un cambio en las estructuras evangelizadoras que nos lleve a la participación de todos y a la corresponsabilidad.

Comenzamos con la Programación pastoral diocesana para este curso 2022-2023 que lleva por título “Por tu palabra, echaré las redes” (Lc 5,5). Estamos saliendo de un tiempo muy largo de pandemia en el que hemos sufrido la enfermedad, la muerte de familiares, la crisis sanitaria, económica y social y, por supuesto, una crisis eclesial. Ahora es el momento de escuchar fuertemente la llamada que hace Jesús a sus discípulos de remar mar adentro, para ponernos manos a la obra y echar las redes sin escatimar esfuerzos. Para ello hace falta una gran confianza en el Señor que no nos abandona nunca y fiarnos de su palabra, mejor aún, fiarnos de Él que es la Palabra de Dios hecha carne.

Con frecuencia expresamos nuestros lamentos ante lo difícil de la tarea de anunciar el Evangelio en la vieja Europa y, sobre todo, la escasez de resultados. Y llevamos razón pero, a veces, esta queja puede ser signo de falta de esperanza en Jesucristo que todo lo puede. Para no caer en el pesimismo estéril que no conduce a ningún sitio, debemos cultivar siempre la relación personal con Jesús a través de la oración y de los sacramentos. No nos olvidemos de que la oración personal y la liturgia nos fortalecen y llevan en sí mismas una gran fuerza evangelizadora. Preciosas las palabras del papa Francisco en su Carta Apostólica “Desiderio Desideravi” sobre la formación litúrgica del Pueblo de Dios: “Una celebración que no evangeliza, no es auténtica, como no lo es un anuncio que no lleva al encuentro con el Resucitado en la celebración: ambos, pues, sin el testimonio de la caridad, son como un metal que resuena o un címbalo que aturde (cfr. 1Cor 13,1)” (n.37).

Y fiándonos de la palabra de Jesús como los primeros discípulos, os invito a echar las redes desde la comunión en una Iglesia diocesana que no busca el poder ni la comodidad personal, sino cumplir el mandato misionero de Jesús. Nos recuerda san Pablo VI en Evangelii Nuntiandi: “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar el sacrificio de Cristo en la santa Misa, memorial de su muerte y resurrección gloriosa” (n.14).

Pongo en manos de nuestra Madre la Virgen la Programación pastoral diocesana para este curso. María se dejó sorprender por el amor de Dios que la eligió para ser su madre. Y a pesar de que las palabras del ángel desbordan cualquier comprensión, María se abrió a la acción de Dios, al Espíritu Santo, haciendo de su vida una misión de entrega total y absoluta. Ojalá que todos los bautizados sepamos decir, como la Virgen María, a la acción de Dios que nos interpela: “Hágase en mí, según tu palabra”.

Os bendice vuestro Obispo

+ Abilio Martínez Varea

Obispo de Osma - Soria

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