El hombre que lleva desde los 8 años haciendo rosarios a mano y regalándolos a la gente

Toni tiene 72 años, aprendió a prepararlos en el colegio y se los ha llegado a enviar a guerrilleros de Fidel Castro e, incluso, al Papa Francisco

Toni Blanco prepara uno de sus rosarios con ayuda de su bisnieto | CariFilii

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Toni Blanco ha pasado toda su vida tratando de acercar a las personas a la Virgen María. Desde los 8 años, ha hecho rosarios a mano y los regala a las personas de forma desinterasada. Incluso, a veces lo acompaña de unas pequeñas instrucciones sobre cómo rezarlo. Aprendió el método en el colegio y, desde entonces, sigue con esta costumbre a sus 72 años

Este empresario jubilado continúa incorporando cuentas a estos rosarios artesanos desde San Diego, Estados Unidos. Allí tuvo que emigrar con 16 años por la represión del comunismo de Fidel Castro tras la revolución. De hecho, recuerda cómo llegó a enviar sus rosarios a los guerrilleros en los primeros tiempos de la revolución, a los mismos que, tiempo después, se iban a convertir en sus perseguidores

En todo momento, Toni y su misión de preparar rosarios han sido inseparables. Por supuesto, lo ha rezado casi tantas veces como rosarios ha preparado. "Es mi GPS hacia el Señor", cuenta en el portal Cari Filii.

Una misión que aprendió en el recreo

Hace más de 60 años, Toni se fijó en que el director de su colegio de los Maristas en Cuba hacía rosarios a mano. Ambos eran amigos y, al ver el interés de Toni en aprender, el director le explicó cómo preparar esta herramienta. 

Con la llegada de la revolución, Toni quería - como muchos cubanos de entonces, incluido su propio padre - el triunfo de Fidel Castro. Para contribuir desde su corta edad a que eso sucediera, aportó los rosarios que iba haciendo y que enviaba a los revolucionarios en las montañas. "Empecé a hacer rosarios con semillas de un arbusto local, y se los enviaba por docenas a los guerrilleros de Fidel en las montañas", recuerda.

Sin embargo, su regalo iba a convertirse en motivo de persecución tras la victoria de Castro, como él mismo reconoce. "Por desgracia, resultó que Fidel terminó siendo un dictador peor que Batista y hundió nuestra hermosa isla en un infierno comunista“, escribe en su web. Tras un pequeño intento de resistir al régimen totalitario, él y su familia tuvieron que huir. 

Con 16 años, haciendo rosarios en Estados Unidos

Toni llegó a Chicago. Para él, esa zona de los Estados Unidos era el "hogar de los gángsteres, frío y extraño". Se encomendó en esas dificultades de tener que salir adelante a los rosarios. "Me sentía solo, con miedo, traicionado. Todo lo que tenía conmigo eran mis rosarios. Pasé muchas noches haciendo rosarios, cuando conseguía los componentes”.

Hoy, él y sus rosarios comparten la vida con Rosa, la que es hoy su mujer, sus dos hijas, sus dos nietas y su primer bisnieto

Rosarios para todos: en el médico, el avión…

Los desconocidos que pasan por la parroquia del Corpus Christi (San Diego, California) casi siempre reciben con agradecimiento los rosarios. Pero Toni va más allá de lo "fácil". También, acude a en restaurantes, salas de espera del médico, aviones… Según él, pocas veces le han dado un "no" por respuesta a su regalo. 

Le cuentan historias acerca del efecto de Jesús y la Virgen María a través del rezo del Rosario. Es el caso de una mujer con cáncer y sin esperanza de cura, que lo rezó cada día durante tres meses....y el cáncer desapareció. 

Una azafata también ha encontrado "un mensaje del Señor" en el rosario de Toni. Ella lo sorprendió haciéndolo en el avión y le preguntó. El cubano se lo explicó y le regaló un rosario como respuesta. Al bajar del avión, la empleada se le acercó llorando para decirle que su rosario de toda la vida lo había puesto en el féretro de su madre, recientemente fallecida, y ya no tenía. 

Su hija Iris también da testimonio de lo que causan los rosarios de su padre. “Estamos en la tienda de verduras y le da un rosario a alguien y se ponen a llorar y dicen ‘este es el mejor regalo que me han dado’. Cuando las cosas se ponen difóciles, van automáticamente a los rosarios de mi papá, y por alguna razón, las cosas se suavizan”.

Su sueño: que el Papa le bendiga uno de sus rosarios 

Toni tarda 40 minutos, con suerte, en hacer un rosario. Si se distrae con los deportes que ve en la televisión o con sus nietos, el proceso se prolonga un poco más. Precisamente, sobre el tiempo que se tarda en rezar el Rosario, recuerda que "rezar el Rosario es estar con el Señor mediante nuestra Señora”. Por eso, no comprende a quienes lo puedan encontrar tedioso o repetitivo

Ha enviado rosarios hasta al Papa y su sueño es poderse encontrar con él para que se los bendiga, por lo menos uno. Entretanto, Toni seguirá haciendo rosarios “mientras mis manos lo permitan”.