El misterio de la imagen de la Virgen más difundida del mundo
La historia de la creación y el paradero de esta imagen de la Virgen María es un misterio sin resolver
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Seguro que alguna vez has visto esta bella imagen de la Virgen María. Es probablemente una de las más difundidas del mundo y fue creada por el pintor italiano Roberto Ferruzzi. Actualmente no se sabe si el cuadro original sigue existiendo.
Según cuenta Cari Filii el periodista Antonio Socci ha investigado un poco más sobre la misteriosa historia que envuelve a esta imagen de la Virgen... que en un principio no lo fue.
El misterio de la Virgen más famosa del mundo
La imagen no es una obra de arte. No la puedes encontrar en grandes templos o santuarios... pero sí en la mayoría de tiendas de recuerdos. Este cuadro siempre está presente, a pesar de no haber sido pintado por un pintor famoso. Su autor se llama Roberto Feruzzi, es italiano y nació en 1853.
Esta imagen ha sido reproducida incluso en un sello de Dubai. Precisamente, para encontrarlo, se hizo un insólito llamamiento en el programa italiano de Rai3, Chi l’ha visto? (¿Quién lo ha visto?”).
Roberto Ferruzzi nació en Sebenico, en Dalmacia. Él siempre quiso dedicarse a la pintura. Y resultó, que la pintura más famosa que jamás creó ahora se interpreta como una imagen de la Virgen... cuando en realidad no lo es. De hecho Ferruzzi solo pretendía mostrar una madre con su hijo.
En 1897 el cuadro gana un premio y se hace famoso. Esto provoca una serie de ventas -por un alto precio-, hasta que se pierde en el tiempo en casa de algún comprador.
¿Dónde acabó el cuadro original?
Entre todas las manos que pudieron adquirir la imagen original durante un tiempo, son las de un embajador americano las que parece que enviaron el cuadro a Estados Unidos. El barco donde supuestamente viajaba esta exitosa pintura fue hundido durante la Segunda Guerra Mundial. Otra teoría afirma que el cuadro no se perdió y que llegó a su destino y que forma parte, aún hoy, de una colección privada en Pensilvania.
Gracias a diferentes familias adineradas que poseyeron el cuadro, se quiso rentabilizar la obra, adquiriendo sus derechos y reproduciendo el cuadro en fotografías para que todo el mundo pudiera comprarla. En la Italia católica del siglo XIX, esa tierna madre con su hijo, termina convirtiéndose en la Virgen María con el Niño Jesús.
Pero en su origen, esta Virgen no era nuestra Madre, sino una madre normal llamada Angelina que posó para el pintor junto a su hermano pequeño. Años más tarde se fue a vivir con su marido a California en 1906. El matrimonio tuvo diez hijos, pero la prematura muerte de su esposo dejó a la joven viuda en una situación durísima.
Angelina acabó internada en un hospital, probablemente por el trauma y la pena de perder a su marido, y murió en 1972.
Los hijos tuvieron que crecer sin sus padres. Pero la segunda hija, que curiosamente se llamaba María, eligió la vocación religiosa y se hizo monja con el nombre de Ángela María Bovo -como su madre-. Ella no supo hasta que en 1984 viajó a Italia, que su madre había sido la Virgen, sin darse cuenta, en esa bella imagen.