Rozalén viaja a Guatemala con la ONG jesuita Entreculturas
La ONG jesuita Entreculturas viaja con Rozalén hasta Guatemala para apoyar a las niñas que se encuentran en situación de vulnerabilidad
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La música es un elemento que puede unir a niñas de diferentes culturas, apoyar a los procesos educativos y también puede jugar un rol muy relevante en los procesos de acompañamiento psicológico. Por ello, la cantautora Rozalén está de viaje por Guatemala con la ONG jesuita, Entreculturas, y con Fe y Alegría. Un viaje con el que la artista ha querido apoyar el trabajo que desarrollan en el programa La Luz de las Niñas.
La Luz de las Niñas es una iniciativa de Entreculturas que quiere visibilizar la desigualdad que sufren las niñas, protegerlas frente a la violencia, y valorar su capacidad para elegir su futuro. Hasta la fecha han atendido a 32.000 niñas a través de proyectos en 15 países. En Guatemala, junto a Fe y Alegría, Entreculturas lleva a cabo esta iniciativa. Raquel Martín, Directora de Comunicación y Desarrollo Institucional de Entreculturas ha explicado que: “Queremos que brille su luz. Las niñas tienen derecho a una infancia en igualdad de oportunidades, libre de miedos, de amenazas y agresiones. La educación puede defenderlas, proteger sus derechos, transformar sus vidas”.
Rozalén junto con Beatriz Romero, la intérprete de lengua de signos de su banda, están conociendo de cerca algunos de los centros educativos en donde La Luz de las Niñas desarrolla el proyecto. La artista es psicóloga y musicoterapeuta, por lo que así puede comprender mejor la situación en la que viven las jóvenes.
Especialmente está de visita en Totonicapán, una zona rural en donde la población es indígena maya quiché. Además, están visitando centros educativos de Ciudad de Guatemala, y de la zona rural en Momostenango y Santa Lucía la Reforma. Unas zonas rurales en las que el 94% de la población se encuentra en situación de pobreza.
La situación de las niñas en Guatemala
Según informan desde Entreculturas, las niñas en Guatemala se enfrentan a múltiples barreras para ejercer sus derechos de forma plena. Son discriminadas por muchos factores: por ser mujeres, por ser indígenas y por estar en situación de pobreza o vivir en el área rural, entre otros.
A medida que estas niñas crecen se exponen a sufrir violencia sexual. Todavía, existen comunidades en donde se mantiene la costumbre de hacer un aporte económico a la familia del pretendiente (una forma de dote), lo que se convierte en una forma de trata de mujeres y niñas. Además, el índice de escolarización de las niñas es inferior al de los varones, por lo que se encuentran con más limitaciones para estudiar.