Diego de Pantoja, el primer español que pisó Pekin
Enmarcado en el Año de Diego de Pantoja recordamos, ¿quién fue este misionero jesuita?
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Se está celebrando el Año de Diego de Pantoja pero, ¿quién fue Diego de Pantoja?
Pues bien, fue el primer español en atravesar los muros de Pekin. Un misionero jesuita al que estamos recordando en el 400 aniversario de su muerte.
Nació en Valdemoro, cerca de Madrid. Fue un jóven muy estudioso. Prueba de ello, son las carreras que cursó. Se licenció en Gramática y Lógica por la Universidad de Alcalá de Henares. Tiempo después, se trasladó a Villarejo de Toledo, provincia de Cuenca, en donde realizó su noviciado. Comenzó a formar parte de la Compañía de Jesús. Posteriormente, siguió sus estudios formándose en Filosofía en el Colegio de Ocaña y en Teología en Alcalá.
En 1596 estaban buscando misioneros para irse a China. Fue entonces cuando un Diego de Pantoja valiente y atrevido, encontró su vocación misionera en Oriente. Antes de llegar a China, tuvo que esperar a que le dieran paso por Japón. Era el verano de 1597. Consiguió entrar en Pekin a principios del año 1601. Iba acompañado de otro jesuita. Este era un italiano llamado: Alessandro Valignano. Mientras se iban acomodando a las costumbres chinas, iban también accediendo a las esferas de los círculos políticos del país.
Siguió la política de adaptar el cristianismo a la realidad cultural china, algo que le causó críticas por parte de algunos sectores. Tiempo más tarde, su reconocimiento en España empezó a ser notorio. Todo ducedió cuando envió una carta ilustrativa al Arzobispo de Toledo, Luis de Guzmán, un hecho en el que dio a conocer al mundo occidental la China de la época. Prueba de ello, es que se tradujo a diferentes idiomas: francés, alemán, inglés y latín.
Diego de Pantoja fue junto con Matteo Ricci, fue uno de los primeros extranjeros a los que se permitieron entrar en Pekin. Allí, Pantoja compaginaba su labor de evangelización con dar clases de música.
Los jesuitas habían logrado alcanzar una buena posición dentro de la Corte Imperial. Gracias a ello, en 1612 se les encargó la reforma de su calendario. Diego de Pantoja se hizo cargo del cálculo de las latitudes de las principales ciudades chinas. Además, ideó modelos de maquinaria hidráulica para colocar en los pozos y ríos del país. También le hicieron encargos topográficos. En definitiva, arduos trabajos que Pantoja realizó con gran interés y eficacia.
Por si fuera poco, escribió obras literarias en lengua china. Es por ello que, podría decirse que se le conoce como uno de los “misioneros letrados”.
Corría el año 1617. Las fuertes tensiones entre China y los misioneros católicos eran evidentes. Por ello, fue expulsado de Pekin. De allí, se trasladó hasta Macao, donde falleció a los 47 años.
Un jesuita que nos invita a reflexionar sobre las relaciones entre la España y la China de la época.