Esto es lo que ha hecho el Papa con el Lamborghini que le regalaron

El Papa Francisco tiene el "papamóvil" para desplazarse siempre que lo desee. Sin embargo, no es el único coche que "ha tenido". En una ocasión, le regalaron un Lamborghini Huracán. Probablemente, hubiese sido el "papamóvil" más rápido de la historia, pero ¿a dónde iba a ir el Santo Padre en un coche de alta gama? Probablemente eso pensaría cuando acabó poniéndolo a subasta. 

De la puja se acabaron sacando 715.000 euros. Su comprador fue un español, de Murcia. Es el dueño de una empresa de alquiler de coches de lujo y, una semana antes de que acabase la subasta, se hizo con el del papa. Sabiendo de dónde venía, aseguró que los beneficios por su uso tendrían como destinatarios a los defavorecidos. 

Parte del resultado de la recaudación de la subasta se lo cedió a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). La fundación pontificia ha dado forma a ese dinero con algo que le gusta mucho a Francisco: las cosas concretas. ACN está usando esos fondos para la reconstrucción de dos edificios de la Iglesia siro-católica. Se trata de dos establecimientos destruidos por la invasión terrorista en la llanura de Nínive, Irak. Uno de ellos es el jardín de infancia dedicado a la Virgen María y el otro, el centro polivalente de la parroquia, también consagrado a ella.

Ambos edificios están ubicados en Bashiqa, a 30 kilómetros de Mosul. Este pueblo fue gravemente golpeado por la guerra. Hoy, parte de sus habitantes y de la comunidad cristiana han podido regresar. De hecho, 405 de las 580 casas destruidas han sido renovadas y el 50% de los cristianos han regresado, exactamente 1.585, según la propia entidad.

Una donación con mensaje

De los dos proyectos financiados con los ingresos obtenidos por el Lamborghini también se beneficiarán las otras minorías de la ciudad. El centro polivalente es capaz de albergar a más de 1.000 personas. Además, se puede utilizar para bodas y fiestas religiosas de las diferentes comunidades. Va a ser el centro más grande de la zona y va a estar disponible para más de 30.000 habitantes de los diferentes grupos étnicos y religiosos.

El Papa Francisco se ha sumado a esta reconstrucción en la que han participado las Iglesias locales y Ayuda a la Iglesia Necesitada. En otra ocasión, el pontífice financió con 100.000 euros el Hospital benéfico de San José en Erbil. Este centro sanitario ofrece asistencia médica gratuita, en parte gracias a la donación del Sumo Pontífice en 2016.

Este nuevo regalo del Santo Padre, también va a permitir a los cristianos vivir su fe y asegurar a sus hijos un futuro en Irak. Por otra parte, el gesto de Francisco y esos edificios poseen un mensaje simbólico muy importante en esa zona. Los emplazamientos van a suponer una invitación a la coexistencia pacífica entre las religiones porque, con la guerra, se han de levantar los edificios y también las relaciones interreligiosas.