La historia del matrimonio católico coreano de millonarios en el negocio de la moda

Do Won Chang y su mujer Jin Sook son millonarios de misa diaria y están en la lista Forbes después de años de mucho trabajo

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La moda de 56 países de todo el mundo - entre ellos España - tiene entre sus estilos a la conocida marca Forever 21. El matrimonio católico coreano que la fundó lleva luchando desde 1984 para tener este alcance y haber entrado incluso en la lista Forbes. Sin embargo, a pesar del prestigio y los beneficios, este matrimonio mira, por encima de todo, a Dios.

Más aún, después de todo lo que han trabajado para llegar hasta donde están.  Do Won Chang y Jin Sook, su mujer, van a misa todos los días y rezan cada mañana juntos en una capilla cercana a su casa. 

Su historia, que contaron en una entrevista a Forbes Estados Unidos, arranca en 1981. La dificultad del contexto político y social en su Corea del Sur natal, obligó a la pareja a huir y tratar de cumplir el "sueño americano".  

“Siempre había soñado con venir a Estados Unidos . Mis padres habían estado y yo siempre les pedía que me trajesen. Aunque sigue pasando, antes existía la percepción que era aquí donde estaban todas las oportunidades: había mucha gente detrás del sueño americano” , cuenta Do Won Chang a Forbes.

Sin embargo, no sería hasta diez años después cuando ese sueño empezaría a tomar forma. Su prioridad para empezar una nueva vida pasaba, por entonces, por casarse. Así, conoció a Jin Sook, con quien acumula alrededor de 3.000 millones de dólares de patrimonio. 

 “Aunque no fue un matrimonio concertado como tal – una tradición aún muy arraigada en Corea del Sur –, lo cierto es que cuando accedimos a conocernos no era para tener una simple cita, sino con el propósito de terminar casándonos” , explica él. 

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Do Won tenía claro, a sus 22 años, cuál era su objetivo. Para ello, el precio a pagar para los dos fue trabajo, trabajo y más trabajo. Hasta 19 horas al día estaba el joven Do Won en tres trabajos diferentes. 

Por las mañanas, fregaba platos y servía cafés por unos tres dólares por hora. Al no bastarle al joven matrimonio para salir adelante, apuntó ocho horas más en una gasolinera por la tarde. Como, ni aún así lo conseguían, se puso a limpiar una oficina por las noches. Mientras, Jin Sook trabajaba como peluquera, oficio que ya había ejercido en su país.   

Su idilio con el negocio de la moda comenzó cuando se fijó en que los mejores coches a los que rellenaba el combustible pertenecían a magnates del sector. Por esa razón, se decidió a conocer todo lo relativo al negocio y emprender.

Así nació Fashion21. Compraron un local a un empresario que acostumbraba a facturar unos 30.000 dólares al año. El primer curso que estuvieron al frente del establecimiento, lograron 700.000. Su crecimiento era tal, que cada seis meses abrían una tienda nueva. 

Un versículo de la Biblia 

Otra de las pistas con las que este matrimonio muestra sin miedo su fe está en un detalle. Se trata de las bolsas de su marca, en las que aparece un versículo de la Biblia. Es el de San Juan 13, 6: "Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él, no se pierda y tenga vida eterna".