¿Quién fue Nunzio Sulprizio, el joven italiano que el Papa ha querido canonizar durante el Sínodo?
Roma - Publicado el - Actualizado
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Aunque en un principio estaban programadas únicamente seis canonizaciones para el 14 de octubre, el Papa Francisco quiso que el joven italiano Nunzio Sulprizio, fallecido a los 19 años de edad, también fuera declarado santo dentro del Sínodo de los Jóvenes que está teniendo lugar en el Vaticano hasta el 28 de octubre.
Nunzio Sulprizio, nació el 13 de abril de 1817 en el pueblecito de Pescosansonesco, en la provincia italiana de Pescara, dentro de la región de Abruzos. Se quedó huérfano muy pronto, cuando sólo tenía 6 años. Su abuela se encargó de cuidarlo y de ayudarle a crecer en la fe. A su muerte, tan sólo tres años después, se ocupó de el uno de sus tíos, Domenico Luciani, que le obligó a trabajar en su taller de herrería en jornadas agotadoras. Con frecuencia le pegaba sin venir a cuento y en muchas ocasiones le dejaba sin comer.
La dureza del trabajo fue tal que enfermó de tuberculosis ósea. Teniendo un pie gangrenado, su tío le obligaba a trabajar y ya desde ese momento ofrecía sus sufrimientos “en reparación por los pecados del mundo”, para “hacer la voluntad de Dios” y “ganarse el Paraíso”.
Menos mal que otro de sus tíos, Francesco Sulprizio, se apiadó de él, y se lo llevó consigo a Nápoles, donde pudo ser atendido en un hospital. En aquella época recibió los cuidados del coronel Felice Wochinger y aunque al principio su salud mejoró, la enfermedad progresó de forma brutal y cuando estaban a punto de amputarle una pierna, Nunzio, cada vez más débil falleció el 5 de mayo de 1836, a los 19 años.
En julio de 1859 pío IX lo declaró venerable, y León XIII, en 1891 comparó su figura a la de San Luis Gonzaga, un santo al que Nuncio Sulprizio tuvo mucha devoción. Fue beatificado en 1963 por el Beato Pablo VI y casualmente los dos compartirán el mismo día de canonización en el Vaticano.
El milagro que ha permitido su canonización es la curación de un joven de Taranto (Italia), que quedó gravemente herido en un accidente de moto. El accidente lo dejó primero en coma y luego en estado vegetativo.
Sus padres tenían gran devoción a Nuncio Sulprizio y pidieron una reliquia a la parroquia de San Domenico Soriano en Nápoles, que conserva los restos del santo. En la misma sala de cuidados intensivos le colocaron la reliquia y el padre del joven le mojó la frente con el agua de la misma fuente donde Nunzio Sulprizio lavaba su pierna afectada de cáncer.
Sorprendentemente comenzó a recuperar sus constantes vitales y en cuatro meses salió del estado vegetativo. En estos instantes goza de buena salud y no le han quedado secuelas que le impidan llevar una vida normal.