La Iglesia católica con la promoción de la justicia y de la paz en Myanmar
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En la Pagoda de la Paz mundial, uno de los templos budistas más venerados de Asia suroriental, el encuentro del Papa Francisco con el Supremo Consejo de los Monjes BudistasSangha Maha Nayaka.
"Ocasión importante" para renovar y reforzar los lazos de amistad y de respeto que unen a los budistas y a los católicos y oportunidad para "reafirmar nuestro compromiso por la paz, el respeto de la dignidad humana y la justicia para todos los hombres y mujeres. No sólo en Myanmar, sino también en todo el mundo, las personas necesitan que los líderes religiosos den este testimonio común", dijo el Papa.
Pues "cuando hablamos con una sola voz, afirmando el valor perenne de la justicia, de la paz y de la dignidad fundamental de todo ser humano, ofrecemos una palabra de esperanza. Ayudamos a los budistas, a los católicos y a todos a luchar por alcanzar una mayor armonía en sus comunidades".
El Obispo de Roma destacó también su aprecio por las tradiciones religiosas del Budismo y el testimonio de muchos monjes y monjas, así como de la gente de Myanmar en los valores de tolerancia, respeto por la vida, espiritualidad atenta al medio ambiente, valores esenciales para el desarrollo integral de la sociedad, "empezando por la familia, la unidad más pequeña pero más esencial".
Si bien en todas las épocas, la humanidad ha experimentado injusticias y conflictos, el apremiante aliento del Papa se hizo presente ante los desafíos del momento actual:
"Las heridas causadas por los conflictos, la pobreza y la opresión persisten, y crean nuevas divisiones, aunque la sociedad haya alcanzado un gran progreso tecnológico y las personas en el mundo sean cada vez más conscientes de que comparten la misma naturaleza humana y el mismo destino. Frente a estos desafíos, jamás debemos resignarnos. Sobre las bases de nuestras respectivas tradiciones espirituales, sabemos que existe un camino que nos permite avanzar, que lleva a la curación, a la mutua comprensión y al respeto. Un camino basado en la compasión y en el amor".
No es prerrogativa sólo de los líderes religiosos, ni competencia exclusiva del Estado, aunque sí tienen la responsabilidad de que se escuche la voz de todos, señaló el Papa, animando a la sociedad en su conjunto a compartir la tarea de superar conflictos e injusticias. Y en especial, alentó el trabajo de la Conferencia de Paz de Panglong.
Una vez más, el Papa Francisco reiteró la disponibilidad de la Iglesia católica para colaborar en el impulso de la promoción de la justicia y de la paz en Myanmar. Como el reciente encuentro organizado por la Conferencia Episcopal:
"En nombre de mis hermanos y hermanas católicos, expreso nuestra disponibilidad para seguir caminando con vosotros y sembrar semillas de paz y de curación, de compasión y de esperanza en esta tierra.
Os doy las gracias nuevamente por haberme invitado a estar hoy aquí con vosotros. Invoco sobre todos la bendición divina de la alegría y de la paz".
(CdM, Radio Vaticana)