Obispos mexicanos piden cuentas por el acuerdo con EEUU: "No podemos convertirnos nosotros en el muro"

Los prelados han recordado que los inmigrantes son "nuestra humanidad" y que el despliegue de fuerzas de seguridad en la frontera no es la solución 

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Alfa y Omega

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La imagen de las hileras de miles de personas inmigrantes que buscan asilo en Estados Unidos sigue llamando la atención de los obispos mexicanos. Más aún, tras el acuerdo entre su país y Estados Unidos para desplegar miles de efectivos de la Guardia Nacional para contener el flujo migratorio. Su respuesta es una llamada a la coherencia a México: "Si hemos rechazado como mexicanos la construcción de un muro, no podemos convertirnos nosotros mismos en ese muro"

Los prelados también afirman en el mensaje que es "legítimo y necesario" la toma de "decisiones valientes" para evitar la imposición de aranceles a los productos mexicanos. 

Para los prelados, es extremadamente preocupante "la falta de acogida verdaderamente humanitaria a nuestros hermanos inmigrantes". Así lo aseguran en un mensaje titulado "No se trata solo de migrantes"se trata de nuestra humanidad. Los obispos también afirman que "desplegar seis mil efectivos de la Guardia Nacional en la frontera sur no es una solución de raíz que atienda a las verdaderas causas del fenómeno migratorio" y sustituye el "combate contra la pobreza y la desigualdad" por "el temor ante el otro, nuestro hermano".

Los inmigrantes "nunca deben ser moneda de cambio", aseveran. "Ninguna negociación debe colocarse por encima de lo que la Iglesia y la sociedad civil han defendido por años: la no criminalización de los migrantes ni de los defensores de derechos humanos que muchas veces luchan a favor de la dignidad a contra corriente y con riesgos importantes para su propia seguridad".

Evitar la imposición de aranceles

Sin embargo, la jerarquía eclesiástica califica de "legítimo y necesario" la toma de "decisiones valientes" para evitar la imposición de aranceles a los productos mexicanos y , por ello, "celebramos se haya alcanzado este importante acuerdo, que evita graves e injustas afectaciones económicas a nuestro país".

Asimismo, "animamos a los responsables de las negociaciones para que el diálogo continúe y exprese los valores fundamentales de dos países democráticos: el respeto a los derechos humanos, la solidaridad entre los pueblos y el trabajo por el bien común de nuestra región".

En este momento histórico, concluye el mensaje, "Gobierno y sociedad no debemos claudicar en promover el desarrollo humano integral para Centroamérica y el sureste mexicano". Entre todos "debemos construir una estrategia que atienda al bien común regional y que no solo rescate de manera momentánea y un tanto coyuntural, un cierto bien parcial".