Así es Fernando Prado, el nuevo obispo de San Sebastián que vuelve “al amor primero”

"Anunciar la salvación que se nos ofrece en Cristo". Esta "es y será" la única "razón de ser" del misionero claretiano

Fernando Prado

Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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“Soy un misionero claretiano, pertenezco a una congregación misionera evangelizadora y me gustaría que esta dicha que produce en mí el Evangelio la conociera todo el mundo”. Así se definía el propio Fernando Prado, obispo electo de San Sebastián, al presentar en el año 2018 el libro La fuerza de la vocación. La vida consagrada hoy. Una conversación con el Papa Francisco. El también director de Publicaciones Claretianas quiere, precisamente, evangelizar, con la palabra: misionero y periodista.

Y es que a través de su servicio al frente de las publicaciones de la familia claretiana desde el año 2003, desde sus libros o desde sus clases en el Instituto Teológico de Vida Religiosa quiere contagiar “lo que vive”: “No es mérito mío, sino que ha sido reforzado, precisamente, con «la fuerza de la vocación»”.

Fernando Prado con el Papa

Ayuda y corresponsabilidad

Esta fuerza la ha contagiado también a los periodistas que hemos compartido con él lanzamientos de libros, campañas de Intergentes, “Semanas para la Vida Religiosa” o las meditaciones del Vía Crucis de la pasada Semana Santa que publicó la Revista ECCLESIA.

Siempre en un clima de ayuda y trabajo en común, de corresponsabilidad con la evangelización, que ahora a buen seguro pondrá en práctica a través de su nuevo servicio, el de pastorear la diócesis donostiarra.

“La Iglesia me pide ahora este nuevo servicio que afronto, ciertamente, con mucho respeto y no sin cierta dosis de vértigo, pero confiado en la misericordia divina y en la ayuda comprometida de muchas personas, entre las cuales también estáis muchos de vosotros y con los que quisiera contar siempre como apoyo fraterno y cercano”, ha escrito el claretiano a sus compañeros de la antigua Provincia de Euskal Herria, donde empezó su formación inicial como religioso. “Se me agolpan los recuerdos y afloran sentimientos de profunda gratitud por tantos hermanos que despertaron en mí la vocación claretiana, o que me han acompañado en el camino misionero”.

San Sebastián, el amor primero

Esta misión llega ahora a San Sebastián, donde en sus primeras palabras a sus nuevos diocesanos ha querido marcar la misma hoja de ruta que ha imperado en su ministerio pastoral: “El Señor ha querido que vuelva al amor primero, al lugar donde comencé mi ministerio como joven misionero claretiano. Eso sí, ahora desde una nueva clave misionera como pastor diocesano”.

Por eso, la misión de dar a conocer a todos el amor de Dios y la salvación “que se nos ofrece en Cristo es y será siempre nuestra razón de ser”, asegura el nuevo prelado.

Fernando Prado con Uriarte

Eso sí, “bien sabemos que no ayudaremos al Señor en esa misión sin el testimonio de una vida evangélica real que sostenga lo que dicen nuestras palabras. Este camino del testimonio es el que creo que hoy se espera de nosotros como comunidad cristiana”, advierte en su primer saludo.

Fernando Prado con el Papa

Un gran futuro por construir

Y en esta tarea transmitir la alegría del Evangelio, el pastor no solo tiene una gloriosa historia que contar, sino un gran futuro por construir. Para ello, él mismo ha pedido “ayuda y contraste, que serán siempre bienvenidos”. Toda una declaración de intenciones para remarcar el carácter de esa colaboración comprometida.

Porque no se puede entender la vida cristiana ni la misión de la Iglesia sin el resto de hermanos y hermanas que forman el pueblo de Dios. Sí, Prado asegura que “la comunión real y la cercanía afectiva entre todos es un camino que tenemos que recorrer juntos. Un camino espiritual que hemos de hacer vida para hacer creíble el Evangelio”, que como buen claretiano, Fernando Prado quiere predicar, desde ahora también en San Sebastián.

Fernando Prado Jueves Santo en San Antón