Así imparte Isabel catequesis a un grupo de personas con discapacidad intelectual durante el confinamiento
Las personas con discapacidad intelectual viven con especial intensidad la fe
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Pese al Estado de Alarma decretado el pasado 14 de marzo en España para evitar la propagación del COVID-19 y el consiguiente aislamiento social en el que nos hallamos inmersos, la Iglesia no ha cesado en su labor de ayudar a los que más lo necesitan, además de difundir la fe y la esperanza de que Dios está con nosotros, ahora más que nunca.
Una prueba de ello se encuentra en Madrid, en la parroquia de Santa María Madre de Dios de Tres Cantos, donde dos catequistas continúan acompañando a un grupo de catequesis muy especial, y uno de los pocos que existen en nuestro país, ya que sus receptores son personas adultas con discapacidad intelectual, de entre 25 y 50 años de edad. Aquellos cursos comenzaron para preparar a estas personas para la confirmación. Actualmente solo queda uno pendiente. Estaba prevista la celebración para mayo, pero tendrá que posponerse a otoño.
Y es que obviamente, las clases no pueden impartirse físicamente, sino de manera virtual, tal y como ha explicado en COPE.es Isabel, una de las catequistas: “Hacemos con ellos videollamadas. Llevamos ya ocho años con ellos. Son cristianos que se querían confimar. Es un grupo muy dinámico y activo. Todos nos hemos hecho amigos”.
La catequesis presencial tardará en regresar
Mientras regresa la normalidad, cada lunes, todos aquellos que tienen posibilidades se conectan de 18h a 19.15h por videoconferencia para recibir la formación: “Fundamentalmente lo que hacemos es leer el Evangelio y expresamos lo que sentimos”. Una conexión que a muchos de ellos no les resulta fácil, al no manejarse con las nuevas tecnologías: “En esto las familias nos están ayudando mucho, pero existe una brecha digital que impide a algunos participar. Sin embargo, el encargado de invitar a todos a la video-reunión es un miembro del grupo con discapacidad ”, comenta Isabel.
Y es que las catequesis físicas tardarán en regresar: “Nosotros iremos a la cola, porque algunos discapacitados intelectuales tienen problemas de salud, algunas orgánicas, y son grupos de riesgo. Tenemos que ser muy prudentes”.
El confinamiento no está siendo fácil para la inmensa mayoría de la población. Aunque se pudiera pensar que el colectivo con discapacidad intelectualidad iba a tener más dificultades para adaptarse a esta situación, Isabel asegura que se lo toman con filosofía: “Lo llevan con naturalidad. Estoy gratamente sorprendida por ello. Han entendido que hay que estar en casa. Lo llevan bien porque se sienten acompañados y realizamos multitud de actividades. Por ejemplo, enviamos dibujos de decoración para el hospital de IFEMA”.
Isabel, además de catequista, trabaja con personas con discapacidad intelectual durante las mañanas. Dos veces por semana realiza con algunos de ellos los llamados paseos terapéuticos durante este Estado de Alarma: “A algunos les cuesta estar en casa y tienen que salir”, explica.
Asi viven la fe las personas con discapacidad
Las personas con discapacidad intelectual viven con especial intensidad la fe, tal y como reconoce la catequista en COPE.es: “Tinen una mirada muy limpia. Sí que es cierto que cuando comenzamos con el grupo no sabía muy bien por donde empezar, porque no hay material adecuado para este colectivo con problemas de comprensión lectora. Ahora estamos con unos cuadernos de formación adaptados a ellos. La catequesis tiene que impartirse con un vocabulario sencillo. Pero hay que tener en cuenta que estar personas adultas tienen unos años de recorrido en su fe que les hacen ser muy sabios”, precisa Isabel.
Para Isabel, el colectivo con capacidades diferentes tiene mucho que aportar a la Iglesia: “Ellos son uno más de la parroquia. Su mirada limpia nos puede enseñar mucho, porque son realmente de los que más se habla en el Evangelio. Los discapacitados son protagonistas del Evangelio y deben ser los protagonistas de nuestras iglesias”.