Así responde la Iglesia a la palabra del año 2023: La "polarización" no es "católica"

Este ha sido el término elegido por la FundéuRAEpor su amplia presencia en los medios de comunicación y por la evolución que ha experimentado su significado

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Redacción Religión

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Polarización ha sido elegida palabra del año 2023 por la FundéuRAE, un término que ha sido seleccionado por su amplia presencia en los medios de comunicación y por la evolución que ha experimentado su significado.

Según ha explicado FundéuRAE —fundación promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE— en los últimos años se ha extendido el uso de la voz polarización, que está recogida desde 1884 en el diccionario académico, para aludir a situaciones en las que hay dos opiniones o actividades muy definidas y distanciadas (en referencia a los polos), en ocasiones con las ideas implícitas de crispación y confrontación.

No son pocas las veces que el cardenal Omella, presidente de la Conferencia Episcopal, se ha referido a este término. Precisamente, en su último discurso a la Asamblea Plenaria, destacó que "en un momento marcado por la guerra, la polarización y la crisis económica, social y política en nuestro país.” Ante un contexto que calificó de “polarizado”, el presidente de la CEE ha hecho una llamada a permanecer “más unidos que nunca” y ha destacado que “el mundo necesita que testimoniemos la ganancia humana y existencial que supone mirar la realidad desde la fe”.

La propia Conferencia Episcopal publicó uas orientaciones pastorales, Fieles al envío misionero, "ante la situación social y política en España, y la preocupación que suscitan la actual polarización ideológica, la crispación social y los episodios de desencuentro. Inspirados en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, fieles a nuestra misión que nos invita a ofrecer una orientación moral, iluminar las conciencias e impulsar la búsqueda de soluciones a los desafíos del momento actual".

Cuando hay polarización, no hay comunión

También el Papa Francisco, en una entrevista con la revista jesuita estadounidense 'America Magazine', preguntado sobre el reduccionismo simplista que divide la realidad entre buenos y malos, el Papa afirma que "la polarización no es católica": "Un católico no puede pensar aut-aut y reducirlo todo a polarización. La esencia de lo católico es et-et […] lo católico une lo bueno y lo no tan bueno. El pueblo de Dios es uno solo. Cuando hay polarización entra una mentalidad divisoria, que privilegia unos y deja de lado a otros. Lo católico siempre es armónico de las diferencias. Si vemos como actúa el Espíritu Santo, primero hace el desorden: pensemos en la mañana de Pentecostés, el lío que se armó allí. Y después hace la armonía".

También en su viaje a Hungría del pasado año, se refirió a dicho término: "Si estamos distanciados o divididos, si nos volvemos rígidos en nuestras posiciones y en los grupos, no damos fruto. Causa tristeza cuando nos dividimos, porque, en vez de jugar en equipo, jugamos al juego del enemigo: obispos desconectados entre sí, sacerdotes en tensión con el obispo, sacerdotes mayores en conflicto con los más jóvenes, diocesanos con religiosos, presbíteros con laicos; nos polarizamos en temas que afectan a la vida de la Iglesia, pero también en aspectos políticos y sociales, atrincherándonos en posiciones ideológicas".