El card. Amigo, hermano de honor de la Hermandad Matriz de Almonte: "Procuré ser fiel a la Virgen del Rocío"
Durante el acto se recordó la intervención decisiva del cardenal en la visita de Su Santidad el Papa San Juan Pablo II al Rocío
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El card. Amigo, por su “larga trayectoria de apoyo y disponibilidad para la devoción rociera”, ha sido distinguido como hermano de honor de la Hermandad Matriz de Almonte. El acto se celebró en la Parroquia de la Asunción de Almonte, donde se encuentra la imagen de la Virgen del Rocío.
Durante el acto se recordaron “entre otros momentos importantes para nuestra historia, su intervención decisiva en la visita de Su Santidad el Papa San Juan Pablo II al Rocío, en 1993, o para la celebración del primer Encuentro de Jóvenes de las Diócesis Andaluzas en El Rocío, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, celebradas en Sídney, en 2008”.
"Un rociero más"
El cardenal recordó, en primer lugar, que él vino al Rocío, “primero, como un rociero más. Y volví siendo devoto. Procuré ser fiel a la Virgen del Rocío”. Al cardenal se le veía muy emocionado y reconoció que era para él una satisfacción muy grande “haber contribuido a esta devoción, no me perdonaría nunca haber venido a esta casa y no llevarme un poco del amor de la Virgen y transmitírselo a los demás. Esta distinción grande – añadió el cardenal – quiero dedicársela sobre todo a Nuestra Señora, y solamente tengo que decir, como gratitud, lo que aprendí en esta casa: ¡Que viva la Virgen del Rocío! ¡Que viva la Madre de Dios!”
El presidente de la corporación, Santiago Padilla, hizo un alegato a la gratitud que los rocieros deben al card. Amigo: “La gratitud es la memoria del corazón, y teníamos muchos motivos de agradecimiento para el card. Amigo. No sólo por su celo pastoral y por su dedicación como arzobispo de Sevilla, a su diócesis y a su archidiócesis, a la que pertenece como sufragánea la diócesis de Huelva, sino por su compromiso personal a la devoción a nuestra patrona, la Santísima Virgen del Rocío”.
“Integrar, sumar y multiplicar”
Según ha informado la Archidiócesis de Sevilla, Padilla recordó que fue una imagen de la Virgen del Rocío la que fue entronizada y a la que rezó el papa San Juan Pablo II en la sacristía instalada en el altar provisional del campo de la Feria, donde, en noviembre de 1982, se celebró la misa estacional en la que fue beatificada sor Ángela de la Cruz. El presidente de la Hermandad Matriz quiso destacar este detalle y, dirigiéndose a monseñor Amigo, afirmó “qué valiente, señor cardenal, hacer todo esto en la ciudad que lleva con honor y con justicia entre sus títulos el de mariana, y qué manera de aprovechar unos momentos tan señalados para integrar, sumar y multiplicar”.
Concluyó reiterando que estos detalles del cardenal no fueron sino el anuncio del “gran servicio que iba a prestar a la historia de la devoción rociera” casi una década después. “En 1992 – recordó - la generosidad y sensibilidad del cardenal había hecho posible que los congresos mariano y mariológico que se celebraban en España con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América tuvieran lugar en la ciudad de Huelva, y que su clausura se celebrara en la aldea del Rocío”.