El cardenal Omella felicita la Pascua y pide "estar unidos para iluminar las tinieblas de nuestro entorno"

En su mensaje, el presidente de la CEE recuerda que la misión de los cristianos es "esclarecer la oscuridad de las desgracias sociales y humanitarias que estamos viviendo"

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

"¡Cristo vive! Hoy celebramos que se cumple lo que proclamamos en el Credo cada domingo: “y resucitó al tercer día, según las Escrituras”. Más que nunca toca expresar con fe estas palabras. Cristo ha vencido a la muerte y nos ha abierto el camino de la vida eterna, una verdad que nos llena de paz y de alegría". Asi, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha publicado un mensaje al Pueblo de Dios con motivo de este Domingo de Resurrección que da inicio a la Pascua. Un periodo con el que celebramos que Cristo ha vencido a la muerte y nos abre el camino hacia la vida eterna.

El también

nos recuerda en su mensaje que la misión de los cristianos ha de ser llevar luz a las tinieblas

que el mundo actual padece, como la pobreza, las guerras o las desigualdades.

La llama de Dios se ha encendido

"Ayer por la noche encendimos el cirio pascual como signo de la presencia de Cristo resucitado y lleno de luz. Cada uno de nosotros también encendimos una vela con la que nos podemos sentir identificados", ha expresado el purpurado.

"¡Qué hermoso es ver que tenemos la misión de poner un poco de luz en la oscuridad, iluminar las tinieblas de las desgracias sociales y humanitarias que estamos viviendo actualmente!". Pero, sobre todo, ha insistodo, "es importante recordar que no somos luz porque seamos una vela -pues una vela por sí sola no puede iluminar- sino porque la llama de Dios la ha encendido. Y cuando las velas están unidas son capaces de esclarecer las tinieblas. Vayamos juntos, unidos, a iluminar las tinieblas de nuestro entorno".

Por último, ha querido felicitar especialmente a los bautizados esta noche. S"Rezo por cada uno de vosotros, para que el Espíritu Santo repose en vosotros y para que la mano de Jesús os guíe y os dé fuerzas en este camino que acabáis de iniciar. Tenéis un gran regalo, no olvidéis que el Señor nunca nos abandona, aunque a nosotros, con nuestra limitación humana, nos lo pueda parecer".