El cardenal Omella, impactado por el incendio en la nave de Badalona: "Gente sin hogar que buscaban refugio"
El Arzobispo de Barcelona ha pedido rezar por el alma de los fallecidos en el incendio. Otras 17 personas resultaron heridas, seis de ellas de gravedad
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El Arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha lamentado en su cuenta oficial de Twitter las muertes que ha ocasionado el incendio en el interior de la nave ocupada de Badalona, y que deja también cerca de una veintena de heridos.
La nave incendiada es un edificio de tres plantas situado en la calle Tortosa, en el barrio del Gorg, de Badalona, que está abandonado desde hace años, pero en la que residía alrededor de un centenar de personas, lo que había generado algunas quejas vecinales.
El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, ha asegurado que el Ayuntamiento ha identificado ya a unas sesenta personas que ocupaban ilegalmente la nave y que en los próximos días serán atendidas por los servicios sociales para que no duerman en la calle, pero ha admitido que la cifra de ocupantes es variable y podría incluso superar el centenar.
"Es evidente que estamos ante una ocupación y que desde el ayuntamiento venimos advirtiendo que podía producirse una desgracia", ha destacado antes de explicar que esta misma tarde la Guardia Urbana y la Policía Nacional habían establecido un control perimetral de la zona por "problemas de civismo y convivencia".
El Arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española ha subrayado en el tuit precisamente el drama vivido por el centenar de personas que ocupaban la nave obligado por la falta de recursos: “Lamento la pérdida de almenos dos vidas humanas en el incendio declarado esta noche en una antigua nave industrial del barrio El Gorg de Badalona. Eran personas sin hogar que buscaban refugiarse del frío. Rezo por sus almas”, ha manifestado el cardenal Omella.
Por otro lado, y con motivo del Día de los Derechos Humanos que se celebra este jueves, 10 de diciembre, el Arzobispo de Barcelona ha remarcado que "No hay derecho que cada día mueran 6.000 niños en el mundo. No hay derecho que más de 700 millones de personas vivan en extrema pobreza. No hay derecho que los migrantes abandonen sus países y familias por la corrupción, la falta de trabajo o la violencia".