El cardenal Omella pide por la paz en Tierra Santa tras los últimos bombardeos en la Franja de Gaza
El aumento de las tensiones entre Israel y Hamás no ha pasado desapercibido para la comunidad internacional ni para la Iglesia
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El aumento de las tensiones entre Israel y Hamás no ha pasado desapercibido para la comunidad internacional ni para la Iglesia. En su cuenta de Twitter, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha pedido a todos rezar por la paz en Tierra Santa, y que haya un entendimiento entre el pueblo israelí y palestino.
“Recemos por la paz en Tierra Santa. Para que Israel y Palestina vuelvan al entendimiento y al diálogo”, se puede leer en el tuit del Arzobispo de Barcelona este viernes, 14 de mayo.
Un comentario que se produce cuando se ha conocido que los últimos bombardeos y ataques han dejado en la Franja de Gaza más de un centenar de muertos. Palestina cifró los fallecidos en 103 desde el pasado lunes, de los cuales casi treinta eran menores. En cuanto al número de fallecidos, se cuentan por varios cientos, casi 600. De lado israelí, los disparos desde la Franja han dejado siete muertos y decenas de heridos.
Se trata del mayor conflicto desde 2014, con las tensiones en Jerusalén como desencadenante. Con motivo de estos ataques, a comienzos de esta semana los patriarcas y los jefes de las Iglesias de Jerusalén emitieron un comunicado conjunto sobre las recientes acontecimientos violentos en la ciudad, preocupados por los fieles de la mezquita de Al-Aqsa y las familias de Sheikh Jarrah.
“Estamos profundamente descorazonados y preocupados” afirman los patriarcas. “Estos acontecimientos preocupantes, ya sea en la mezquita de Al Aqsa o en Sheikh Jarrah, violan la santidad del pueblo de Jerusalén y de Jerusalén como la Ciudad de la Paz. Las acciones que socavan la seguridad de los fieles y la dignidad de los palestinos que son objeto de desalojo son inaceptables” subrayaban los líderes religiosos en un comunicado conjunto.
Asimismo, recuerdan que “el carácter especial de Jerusalén, la Ciudad Santa, con el Status Quo existente, obliga a todas las partes a preservar la ya delicada situación en la Ciudad Santa de Jerusalén. La creciente tensión, respaldada principalmente por grupos radicales de derecha, pone en peligro la ya frágil realidad en Jerusalén y sus alrededores”.