Cáritas Barcelona anima a "abrir los ojos" con una exposición sobre las consecuencias sociales de la covid-19

Cáritas Barcelona ha inaugurado este lunes una exposición, bajo el título "Abre los ojos: una lectura social y ecológica de la pandemia", que acerca las consecuencias sociales de la crisis de la covid-19 mediante una selección de imágenes y vídeos.

La exposición, que puede visitarse de forma gratuita en el Museo Diocesano de Barcelona, junto a la catedral, ha sido presentada a los periodistas por el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella; el director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets; la jefa de análisis social e incidencia de esta entidad, Miriam Feu; y el director del Museo Diocesano, Robert Baró.

"Abre los ojos: una lectura social y ecológica de la pandemia" quiere que el visitante se pregunte si "somos capaces de entender lo que la pandemia nos está explicando", al tiempo que quiere ser un agradecimiento a todos los colaboradores de Cáritas - socios y donantes, empresas y entidades, trabajadores y voluntarios -.

Los fotógrafos Sandra Balcells, Dani Codina, Javier González, Pepe Navarro y Mingo Venero son los autores de 40 imágenes que visibilizan "el sufrimiento, la angustia, la soledad o la desesperanza" de los últimos meses, pero también el alud de "solidaridad" que ha tenido lugar.

Recuerda la exposición que Cáritas de Barcelona atendió entre abril y diciembre de 2020 a 19.380 personas - prácticamente el doble que el mismo periodo del año anterior - las ayudas para comprar alimentos se triplicaron, se doblaron las destinadas a vivienda y las personas atendidas en situación de pobreza severa pasaron de ser el 48% del total al 66%.

Además de vídeos y otras obras, la muestra cuenta con una ilustración titulada "Cartografía de una emergencia crónica" y una habitación de apenas 10 metros cuadrados, un cuarto que ejemplifica "donde han tenido que pasar el confinamiento el 40% de las personas atendidas por Cáritas".

La inauguración ha servido asimismo para presentar un balance de la crisis social durante la tercera oleada del virus. El 75% de las personas atendidas que tienen un trabajo "deben asumir riesgos de exposición a la enfermedad", mientras que tres de cada cinco tienen "una relación muy débil con el mercado laboral" - es decir, paro o economía informal -.

Unos 3.500 hogares acompañados por Cáritas no tienen ningún ingreso, el 91,4% están en situación de "pobreza relativa" y el 66,5% en "pobreza severa"; asimismo, los hogares que cobran prestaciones como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) apenas alcanzan el 7% del total.

El 64,5% no cuenta con una vivienda digna, el 50% no tiene conectividad a internet, el 52,2% ha visto deterioradas las relaciones con sus amigos y el 30% ve mermada su salud física.

Feu ha pedido a las administraciones que, para evitar que la pobreza provoque mayores estragos, los municipios garanticen el empadronamiento a todas las personas - con o sin papeles, como marca la le y-; se reforme la RGC para que llegue a más personas; se ayude con políticas activas de ocupación a los más vulnerables; se incremente el parque público de vivienda social; o se ponga a la infancia en el centro de las políticas públicas.

Busquets ha explicado que las necesidades de la pandemia han supuesto para Cáritas un déficit de aproximadamente 3,8 millones y ha obligado a habilitar un fondo específico de entre 1,5 y 2 millones de euros para minimizar las pérdidas.

Feu ha denunciado que este "sistema socioeconómico generador de desigualdades" está causando "situaciones insostenibles que están durando demasiado".

En la misma línea, Omella ha pedido que a la vacuna de la covid-19 se sume una "vacuna de la solidaridad", puesto que el virus afecta a todo el mundo por igual: "Todos vamos en el mismo barco (...) Todos somos hermanos y todos nos necesitamos", ha dicho el cardenal.