La carta del obispo de Salamanca tras apartar a un sacerdote por abusos: "Todos somos de barro"

Después de que la diócesis de Salamanca informara en un comunicado que un sacerdote de la diócesis fue apartado por el obispo José Luis Retana tras ser denunciado por haber abusado de otro presbítero cuando este era menor, el propio Retana ha escrito una carta dirigida a los fieles para recordar que la Iglesia está comprometida en la lucha contra los abusos sexuales y de poder.

En la misiva, Retana hace alusión a las palabras que pronunció Benedicto XVI a la Iglesia de Irlanda, en la que reconocía los errores de la institución eclesiástica en este ámbito: “Todo esto ha socavado gravemente vuestra credibilidad y eficacia. Aprecio los esfuerzos que habéis llevado a cabo para remediar los errores del pasado y para garantizar que no vuelvan a ocurrir. Además de aplicar plenamente las normas del derecho canónico concernientes a los casos de abusos de niños, seguid cooperando con las autoridades civiles en el ámbito de su competencia”, exponía Ratzinger en la Carta pastoral a los católicos irlandeses en 2010, y que ahora recupera el titular de la diócesis salmantina.

José Luis Retana no es ajeno al dolor que para los integrantes de la diócesis supone el comunicado difundido este viernes informando de que se había abierto un proceso canónico para investigar el presunto abuso del sacerdote apartado, pero apunta en la carta que este triste hecho puede ser “una oportunidad de gracia para saber que todos somos de barro, frágiles, y que el pecado anida en nuestro corazón. También esta debilidad nos alcanza a los sacerdotes, a mí, a todos”.

Asimismo, ha recalcado que la apuesta de la Iglesia debe ser por acompañar a las víctimas de los abusos, y vuelve a recordar las palabras de un Papa, esta vez de Francisco, cuando pide cercanía con quienes sufren esta lacra en el Discurso a la Comisión pontificia para la protección de los menores, en mayo de este 2023: “El abuso sexual a menores por parte del clero y su mala gestión por parte de los líderes eclesiásticos han sido uno de los desafíos más grandes para la Iglesia de nuestro tiempo… La incapacidad de actuar correctamente para detener este mal y ayudar a sus víctimas ha desfigurado nuestro mismo testimonio del amor de Dios. En el Confiteor nosotros pedimos perdón no solo por los errores cometidos, sino también por el bien que no hemos hecho”.

Retana ha pedido también confianza por este proceso que se ha abierto en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, siguiendo todos sus indicaciones, e insta al Pueblo de Dios de Salamanca a “caminar en fraternidad, oración y ayuda”, evitando “todo juicio precipitado”.