Un convento de Sevilla transforma sus espacios en pisos turísticos: "Solo se quejaban de la campana"

Las 18 monjas clarisas del convento Santa María de Jesús de Sevilla incorporan el alquiler turístico para poder afrontar los gastos del edificio: "Cada año son un poco más mayores"

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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Las 18 monjas clarisas del convento de clausura de Santa María de Jesús de Sevilla está teniendo dificultades para afrontar los gastos, como ocurre en tantos otros en España. Su principal sostén económico era la repostería, pero ya no es suficiente, por lo que han ampliado su negocio al alquiler de pisos turísticos, habilitando cuatro apartamentos.

Y es que el enclave del convento es inmejorable, en la céntrica calle Águilas, a escasos metros de la Catedral hispalense. Javier Bernal y Luis Bidón son los dos gestores a los que las consagradas le han confiado la gestión de los alquileres.

En declaraciones a 'ECCLESIA al día', Javier Bernal ha explicado que hace un década percibieron que con el obrador era difícil hacer frente a los gastos de mantenimiento del convento del siglo XVI, ya que muchas de ellas son de edad avanzada: “El arzobispado de Sevilla les ha animado a que tengan otros recursos porque cada año son un poco más mayores, y llegará un momento en el que no sean válidas para generar ingresos”.

De palomar a habitación de alquiler turístico

Fue en ese momento cuando surgió la idea de habilitar algunos espacios del convento de Santa María de Jesús que con el paso del tiempo se quedaron vacíos: “Había espacios donde venían los familiares de ellas, en uno de ellos vivía el portero con su familia o el sacristán... pero con el tiempo se han quedado desocupados y estaban vacíos”.

Una vez el proyecto tomó forma, habilitaron estos espacios para convertirlos en pisos turísticos. En un principio se habló de alquileres de larga estancia, pero la alta demanda turística de Sevilla hacía que fuera más rentable alquilarla a visitantes.

“Esta habitación en la que estamos era un palomar, estaba que se caía y el edificio, al estar protegido, antes de que se cayera el Ayuntamento arregló la cubierta. Luego arreglaron el cuarto de baño, pintaron e instalaron una cocina básica”, ha explicado Javier Bernal.

Una oportunidad para pernoctar en un convento del siglo XVI

Las 18 monjas del convento no tienen necesidad de ver a los inquilinos, dado las grandes dimensiones del edificio: “Ellas están en la otra punta, en un espacio independiente. Ellas no saben cuando hay gente. A veces me lo preguntan pero por curiosidad”, ha precisado.

El único 'pero' que ponían los huéspedes era la campana que sonaba cada mañana a las seis menos cuarto para despertar a las religiosas: “Le pedí a la Madre que lo dejara porque se quejaban de la campana”, cuenta entre risas el gestor.

Por tanto, los turistas tienen la oportunidad de percnotar en un convento del siglo XVI, en pleno corazón de Sevilla. Por dos noches, que es el mínimo establecido, se pagan 180 euros en el apartamento más grande, de tres habitaciones, y de 90 euros en uno de dos dormitorios, sin contar con los gastos de limpieza, que oscilan entre los 30 y los 55 euros.

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