David DeMaría, contento tras su concierto solidario por Ucrania: "Más de ochenta familias han sido acogidas"

El artista David DeMaría ha acogido a una familia ucraniana que huyó del horror de la guerra en su país. Tras una semana en Madrid esperando a ser acogidos, finalmente han recalado en la vivienda del cantante, quien en declaraciones a Ecclesia se ha mostrado muy emocionado por la experiencia que está viviendo desde hace 48 horas.

“Es una madre y una hija que están en casa de manera indefinida. Es el conflicto bélico con el que me he sentido más implicado, quizás por ser padre de un niño de seis años y su madre es una persona también muy humanitaria. Nos ha tocado la patata por ayudar y que esta personas se sientan como en casa pese al peso de tristeza e incertidumbre que tienen en sus miradas”.

Pese a que apenas se pueden comunicar por el desconocimiento del idioma, ello no impide que David DeMaría esté sintiendo el amor hacia ellos: “El amor no entiende de idiomas, de fronteras, ni siquiera de religiones o del lugar donde nazcas. Entiende de humanidad y entrega. Ya les sentimos como parte de nuestras familias por la educación, la sensibilidad que tienen tras estar una semana en Madrid esperando que le dieran destino. Ha sido todo muy rápido pero ya están acopladas en casa. Es una experiencia de amor del alma”.

Y es que para el artista jerezano, la acogida a esta familia supone cerrar el círculo que inició el pasado 19 de marzo, cuando protagonizó un concierto solidario organizado por 'Acción Verapaz' junto al Colegio Virgen de Atocha, cuya recaudación va destinada a la labor que realizan las Hermanas Dominicas de Kiev.

El célebre cantante ha manifestado en Ecclesia que las sensaciones durante el concierto fueron inolvidables: “Se cantó y aplaudió con más ganas que nunca en un auditorio de 300 personas. En dos horas se vendieron las entradas. Intentamos estar a la altura de la rapidez con la que se produjo el tema de logística y producción. Bloqueé la fecha cuando me lo propusieron dos semanas antes”.

El testimonio de las Hermanas Dominicas

Uno de los momentos más emotivos de la cita, subraya DeMaria, fue al escuchar el testimonio de las Hermanas Dominicas de la Congregación de Santo Domingo, que se vieron obligadas a abandonar Kiev cuando estalló la guerra. Algunas de las personas a las que atendían están refugiados en la casa de las hermanas de Kiev, otros por los caminos hacia la casa de familiares y amigos en Alemania, Polonia, Austria… Y otros, están de camino a España, más concretamente a Sotondrio (Asturias), donde estas hermanas tenían un Colegio que están habilitando para acoger a estas familias.

“Se tuvieron que marchar con la responsabilidad de no dejar tirados a tantos niños en el pueblo donde tienen su centro educativo y de acogida. Gracias a este concierto solidario, más de ochenta familias han sido acogidas en el colegio de Asturias que se ha reabierto. Esto te deja un poso de conciencia, no tranquila por este conflicto y los desplazados, pero sí al menos con la conexión con uno mismo de esforzarte por algo tan necesario en esta crisis humanitaria que nos hacen padecer algunos extremistas”, ha lamentado.

"Un aprendizaje emocional"

Así las cosas, apunta que la tarde del sábado supuso para el artista un aprendizaje emocional muy grande: “El fundador de 'Acción Verapaz' dio un discurso muy curdo y real pero a la vez esperanzador sobre cómo es la humanidad y hacia donde podemos caminar. Fue una tarde de aprendizaje emocional, y uno de mis únicos conciertos donde la prioridad no eran mis canciones sino el motivo por el que se realizó”, ha precisado.

Preguntado la manera en el que la música puede contribuir a la paz, ha destacado la importancia por que un artista o un músico apoye estas causas como agente para “despertar la consciencia de la sociedad. Se pueden salvar muchas vidas. Servimos de ejemplo cuando llegan conflictos como este, como reflejo para otras personas que quieren ayudar y no saben cómo hacerlo”.