Día de la Iglesia diocesana: Una oportunidad para dar las "gracias por tanto"

El Día de la Iglesia Diocesana es una oportunidad para sentirnos, más que nunca, “parte de la historia de nuestra madre, la Iglesia; para redescubrir y reconocer la acción del Espíritu Santo en ella; para dejarnos seducir de nuevo por el misterio apasionante de Jesús, el Cristo, el misterio del amor hecho carne en el que resuena la acción de gracias al Padre por haber revelado estas cosas a los pobres y sencillos”, explican desde la CEE.

Por eso, el secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia lanza la campaña para el Día de la Iglesia Diocesana, que este año se celebra el domingo 6 de noviembre

Una jornada que se convierte en una oportunidad para dar las «Gracias por tanto», que es el lema que se propone para este año.

Familia de familias

“Poniendo todo lo que somos al servicio de los otros y colaborando juntos llevamos a cabo la labor de la Iglesia. Juntos logramos una parroquia viva, comprometida, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás”, expresan para hablar de la oración, eltiempo, el servicio y el sostenimiento económico.

“Gracias por colaborar con tu oración, con tu tiempo, con tus cualidades y con tu apoyo económico”, versa la campaña que pone rostro a esas cifras. Como lo hace María del Prado, de 52 años trabaja como profesora de Religión: “Levo en la parroquia desde que era una adolescente y siempre he querido colaborar con ella en todo lo que me han propuesto. La parroquia es una familia de familias. Pues acompañando en la oración, multiplicamos nuestro tiempo”.

Juan de Dios, abogado, casado y con cuatro hijos recuerda “estar desde niño” colaborando en su parroquia. “Dinamizo la liturgia dominical y participo en ella y llevo un grupo de formación de laicos semanalmente”. “Si tenemos claras las prioridades y siempre estamos abiertos a la disponibilidad de nuestra parroquia, sacaremos tiempo de donde no lo haya”, explica.

Por su parte, Fran, ingeniero de 54 años, entiende la parroquia como parte de su familia. Y es que toda la familia colabora no solo con la oración, sino también económicamente. “Si hace falta un manitas para reparar alguna cosa pues si está dentro de mi capacidad…pues lo intento. Se trata de alguna manera de llevar a los demás la alegría. Una gran labor la que tenemos por delante”.

Por último, Yolanda, asegura que colaborr con la Iglesia no es “una obligación sino algo que sale del corazón”. En la parroquia, afirma, “ves la necesidad de tantas circunstancias y situaciones que necesitan de nosotros. Siempre hay cosas que hacer y siempre necesitamos muchas manos más”.

Ellos ponen cara a todos los que con su ayuda hacen posible que “juntos logramos una parroquia viva, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás”. Ellos saben que cuando lo damos, el tiempo se multiplica. Han visto llegar a la parroquia a personas con dificultad y han sido testigos de la mano del Señor en sus procesos de vida.

Las cifras las sostienen las personas

Con motivo del Día de la Iglesia diocesana se edita la revista Nuestra Iglesia. Una edición por cada diócesis en la que ofrecen sus datos económicos para que el Pueblo de Dios esté informado de las cuentas de la Iglesia. También se encuentran los datos de la actividad de la Iglesia en sus distintas facetas: celebrativa, pastoral, evangelizadora, educativa, cultural y caritativa-social.