El emocionante testimonio de una misionera en Ecuador: “Es el mayor regalo que Dios me ha hecho”

La española María José Carrero Viñas pide oraciones para mantener la fuerza, la ilusión, y ganas de continuar entre los más pobres y abandonados

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Redacción Religión

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María José Carrero Viñas es misionera comboniana en Esmeraldas, en Ecuador, pero nació en Almodóvar del Campo. Entusiasmada con su vocación y agradecida por la ayuda en sus proyectos a la diócesis de Ciudad Real y, en concreto, a la delegación de Misiones, la misionera ha narrado cómo nació su vocación y qué la empujaba a la misión ad gentes.

Con motivo de la presentación de la jornada de la Infancia Misionera, que se celebra este 15 de enero, ha contado en una rueda de prensa, una experiencia con uno de los niños que ayudó en Zambia y que, ya mayor, la llamó para darle las gracias porque "hoy soy el hombre que soy gracias a ustedes. Ustedes tocan el corazón de los más pobres".

Dar testimonio

Su trabajo en Esmeraldas, una zona muy pobre de Ecuador, lo realiza en un colegio. Se enfrenta ahora a diversos problemas, distintos a los que se vivían en Zambia, pero con una esperanza que transmite con sus palabras y que la hace decir que "la misión es el mayor regalo que Dios me ha hecho […]. Cada día lo entiendo más y os pido oraciones para que tengamos pues esa fuerza, esa ilusión, esas ganas de continuar entre los más pobres y abandonados, dando testimonio de que Dios es amor y de que somos todos uno, como [dice] la campaña: Uno para todos, todos para uno [Él]".

La misionera ha concluido su intervención anunciando la esperanza que se desprende del encuentro con Cristo, expresándose con seguridad en lo que cree y espera: «Hay mucha gente buena en el mundo, somos sembradores de bondad, y no solo los misioneros, sino a todos aquellos que con vuestra colaboración nos estáis apoyando, porque el bien vencerá en este mundo».

Todos para Él

“En boca de los mosqueteros, la frase habla de complicidad y camaradería, pero también de solidaridad y lucha común por la justicia, en la persecución del bien para todos. En esto viene a parecerse el estilo de los Tres mosqueteros y el espíritu de la Infancia Misionera”. Con estas palabras, el delegado diocesano de Misiones de la diócesis de Ciudad Real, Damián Díaz Ortiz, se ha referido al lema de la Jornada de la Infancia Misionera, de OMP, que se celebra este 15 de enero.

Además, ha recorrido el trabajo de la Infancia Misionera desde su nacimiento hace 147 años y la apuesta del papa Pío XI por la actividad, que asumió como propia «dándole el carácter de Pontificia, y formando una red mundial de niños misioneros, cuyo lema es Los niños ayudan a los niños». Hoy, más de cuatro millones de niños se benefician de los proyectos de Infancia Misionera en 120 países. El pasado año, explica Díaz, «12.166.862,69 € se recaudaron en todo el mundo con los que se financiaron 2.577 proyectos. España es el país que más aporta en todo el mundo a esta campaña, recaudando el pasado ejercicio 2.171,773,25 €, financiando con ellos 335 proyectos en 35 países distintos. De este dinero, 85.721,96 € procedían de la provincia de Ciudad Real, situándonos en el noveno lugar dentro del ranking de todas las diócesis españolas».