La milagrosa historia del bebé que volvió a la vida después de estar más de una hora muerto
Este milagro de 2010, que salvó a James Fulton de morir nada más nacer, se atribuye a la intercesión del que será nuevo beato de la Iglesia católica
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Esta es la historia de Fulton Sheen, el arzobispo estadounidense que devolvió a la vida a un bebé que llevaba más de una hora muerto. La Iglesia católica lo celebrará como nuevo beato. Al, hasta ahora, Venerable Siervo de Dios nacido en El Paso (Illinois, Estados Unidos) en 1895, se le atribuye la intercesión para que un niño volviese a la vida en 2010.
El pequeño James - un niño estadounidense que hoy cuenta 8 años - había nacido, aparentemente, muerto, y cuando los médicos le iban a declarar fallecido después de 61 minutos sin signos de vida, despertó. Los padres de James Fulton Engstrom, Bonnie y Travis, rezaron al conocido predicador para que su hijo viviera. Y vive.
El espectacular milagro por intercesión de Fulton Sheen
James Fulton Engstrom iba a ser el tercer hijo - actualmente son ocho - del matrimonio de Bonnie y Travis Engstrom, un matrimonio del condado de Peoria, Illinois. El 15 de septiembre de 2010, Bonnie afrontó el parto de James. Llegó al mundo sin mostrar signos de vida. La ausencia de pulso y respiración hacían temer lo peor. Entonces, su madre comenzó a rezarle al Arzobispo Fulton Sheen por su hijo.
"Recuerdo sentarme en el piso de mi habitación y verlos hacer resucitación cardiopulmonar y repetir en mi cabeza una y otra vez, ‘Fulton Sheen, Fulton Sheen, Fulton Sheen, Fulton Sheen. Realmente creo que fue el Espíritu Santo el que me dio las palabras que necesitaba decir en ese momento, porque no tenía palabras", asegura al Catholic Post.
Los médicos trataron de reanimar al bebé sin éxito. Tras 61 minutos en la misma situación, lo iban a declarar oficialmente muerto. Sin embargo, James despertó y sus constantes vitales eran normales. Tras ese suceso inexplicable, los sanitarios alertaron a la familia de que el niño quedaría ciego y nunca podría andar. No obstante, las semanas siguientes al alumbramiento, James mostró signos de progreso normales, según cuenta el Catholic Post.
Por ello, su madre también dio las gracias al futuro beato por haberles cuidado desde el embarazo. Bonnie y Travis se volvieron devotos del mediático arzobispo viendo vídeos de YouTube y se encomendaron a él cada día.
"Comencé a pedir, básicamente a diario, las oraciones de Fulton Sheen, por su intercesión en la vida de mi hijo y en nuestro matrimonio: caminar con nosotros y caminar con mi hijo, que sería un católico de toda la vida que amaría a Dios y amaría su fe, que sería un hombre íntegro. Le estaba pidiendo que interceda todos los días mientras estaba embarazada", cuenta Bonnie. Por eso, llamaron a su hijo James Fulton, en honor al arzobispo.
El Vaticano lo hace oficial: Fulton Sheen será beato
El pasado 6 de julio, la Congregación para la Causa de los Santos, promulgó el decreto - con autorización del Papa Francisco - para la beatificación del Arzobispo Fulton Sheen y las virtudes heroicas de otros cristianos. El reconocimiento de un milagro concedido por su intercesión era el paso que restaba para elevar a Sheen a los altares, además de la ceremonia en la que se haga oficial.
El caso llegó a la Santa Sede en diciembre de 2011, de la mano de la diócesis de Peoria, que ya había pedido comenzar los trámites para la beatificación. La Congregación para la Causa de los Santos procedió de oficio con el caso de James Fulton. Un equipo de expertos, formado por médicos, teólogos, cardenales y obispos examinaron el caso. Su veredicto fue unánime: era un milagro.
El arzobispo mediático que reunía a más de 30 millones de espectadores por semana
Fulton Sheen (1895-1979) nació en el seno de una familia irlandesa en El Paso, Illinois, Estados Unidos, el 8 de mayo de 1895. A los 24 años, fue ordenado sacerdote y curso el Doctorado en Teología en Roma, antes de volver a EE.UU.
Pasó casi 30 años como profesor de Filosofía en en la Universidad Católica de Washington. En 1930, comenzó a hacer un programa en la cadena de radio NBC: "La Hora Católica", que se emitía cada domingo. Sheen llegó a la televisión de también de la mano de la NBC. Comenzó a presentar en 1950 el programa “Vale la pena vivir”. Su audiencia se contaba por millones. Concretamente, más de 30 millones de personas por semana.
En 1950, fue nombrado Director Nacional de la Sociedad para la Propagación de la Fe. Comenzó una larga serie de viajes a Asia, África y Oceanía. El 11 de junio de 1951 fue consagrado obispo. En 1966 fue nombrado obispo de Rochester. El 20 de septiembre de 1979 celebró la Santa Misa por su 60º sacerdocio y en su homilía pronunció estas palabras: "No es que no ame la vida, pero ahora quiero ver al Señor. Pasé muchas horas delante de él en el Santísimo Sacramento, le hablé en oración y de Él hablé con quien quisiera escucharme. Ahora quiero verlo cara a cara". Murió en Nueva York dos meses después, el 9 de diciembre de 1979.