"Esto lleva detrás muchas horas de preparación": conoce el ropero solidario de Gran Canaria

Pilar Gutiérrez Santana se propuso hace nueve años ayudar a los más necesitados. No le importaba que fuera con una manta, un juguete o algo de ropa, el único objetivo era ayudar ya fuera con poco o con mucho. Así se convirtió en la responsable y promotora del ropero solidario de Las Palmas de Gran Canaria.

En 'ECCLESIA al día', en TRECE, hemos tenido oportunidad de charlar con ella y nos ha contado que desde pequeña siempre lo había vivido así. "Tenía familia a la que le sobraba ropa y nos la repartíamos. Comencé en el colegio de mis hijos cuando sabía que alguien tenía esa necesidad y repartía la ropa entre ellos. Fue más adelante cuando empecé esta andadura".

El ropero social se encuentra dentro del municipio de Santa Brígida,de forma concreta en una casa colegio pero ya están a la espera de volver a Santa Brígida para encontrarse en una zona más céntrica en la que las donaciones lleguen a más sitios diferentes.

Además, Pilar nos ha contado que esta iniciativa ha tenido tanto éxito que se va a replicar en otro municipio. “Estamos ya en marcha con él, lo inauguramos la próxima semana, por primera vez en San Mateo, después de haberlo hecho 17 veces en Santa Brígida".

Un trabajo de muchas horas de preparación

Se trata de un trabajo que lleva detrás “muchas horas de preparación”. Se deben organizar los lotes según la ropa seleccionada, clasificarla y ordenarla. "Lo primordial son los usuarios, abarcar sus necesidades y el motivo de este ropero”. Además, también apuntaba que “las trabajadoras sociales me hacen llegar los expedientes, la solicitud de pedidos y a partir de ahí nos ponemos manos a la obra. La entrega se hace en los servicios sociales.

"Los beneficiaros son aquellos que tengan necesidad". Además, “colaboran a la hora de hacer un pase muchísima gente”. Pilar añade que ella lo suele montar todo, lo que se quiere exponer y ya después hay gente que me ayuda y colabora para poder ofrecer un servicio adecuado.

Pilar nos ha contado además que esta labor la realiza de forma altruista y que siempre lo ha compaginado con su trabajo. Le gustaría tener un contacto más cercano con los usuarios porque “muchas veces ni los conozco” pero aún así, añade que está “encantadísima”. Además apuntaba que “no solamente abarcamos las necesidades de ropa, también de mobiliario o de lo que me pidan. Me siento muy satisfecha con la obra que se realiza y con todo lo que se ha podido ayudar”.