Estos son los sorprendentes milagros eucarísticos que han tenido lugar en España

Jesús se hace presente en cada eucaristía y en 18 ocasiones, de forma extraordinaria, ha confirmado su presencia en las especies del Pan y el Vino consagrados en el altar

Estos son los sorprendentes milagros eucarísticos que han tenido lugar en España

Nicéforo Obama

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La fe sobre la presencia de real de Jesús en el pan y en el vino consagrados en la misa está fundamentado en las palabras de este Jesus en la última cena. En cada Eucaristía se repite el milagro de la presencia, cada vez que el sacerdote repite las palabras de Jesus: “Este es mi cuerpo, esta es mi sangre”, él se hace presente en este pan y en el vino para siempre. Porque había prometido que estará presente entre sus discípulos hasta el fin del mundo.

Carlo Acutis, el beato italiano, quien próximamente será canonizado por el Papa Francisco, es uno del testimonio más reciente de estos milagros. El apóstol del internet documentó, durante su corta vida, varios de estos milagros, cuyos paneles han recorrido más de 10.500 parroquias en el mundo. Estos algunos de los más de los quince milagros eucarísticos que han tenido lugar en la iglesia en España:

Alcoy, 1568

En Alcoy, Alicante, Juan Prats, en el año 1568 robó tres hostias consagradas en un cofre y otros objetos sagrados, las consumió rápidamente, el párroco invitó a la comunidad a rezar para que se encontraran. Mientras, una viuda muy piadosa multiplicó sus oraciones a la imagen del niño Jesús que tenía en casa. Esta imagen movió un brazo hacia la casa del ladrón, quien se arrepintió, confesó su robo ante todo el pueblo. El pueblo de Alcoy todavía celebra este milagro llamado: “Corpus Domini” con procesiones eucarísticas y otros actos.

Barcelona, 1657

Una mujer se presentó ante el abad del monasterio de Monserrat en Barcelona, en el año 1657, para pedirle tres eucaristías por el alma de su padre, que aseguraba que estaba sufriendo en el purgatorio. Durante la consagración, en la primera celebración, la hija de esta mujer confesó que veía a su abuelo inclinado ante el estado del altar mayor entre llamas. El abad celebrante interrumpió la celebración y le pidió que acercara una tela sobre las llamas. Cuando la visionaria lo hizo, todos los que asistían a esta misa vieron cómo este pañuelo ardió por estas vivísimas llamas. En la segunda eucaristía, la niña vio a su padre vestido de blanco junto al diácono que asistía al celebrante y en la última celebración vio a su padre entre un color blanco intenso, al final de la Misa exclamó: ahora mi papá ha subido al cielo y agradeció por los oficios celebrados.

Alcalá de Henares, 1619

Un ladrón arrepentido quiso devolver unas 24 hostias robadas en una Iglesia de los jesuitas en Alcalá de Henares y confesó que pertenecía a una banda que saqueaba las iglesias. Las formas devueltas fueron conservadas, a la espera de que se descompusieran naturalmente, pero once años después fueron halladas intactas; mientras que las no consagradas, que estuvieron en otros cofres, se descomponían fácilmente por la humedad. El rey Felipe III ordenó a su médico analizar estas hostias, quien confirmó la integridad de su estado. En el año 1619 las autoridades eclesiásticas autorizaron la adoración de estas Santas hostias.