Javier Urra explica por qué los trastornos mentales crece en España: "Golpeó a la ciudadanía"

El psicólogo forense aborda en sus dos últimas publicaciones, 'El ser humano, un ser espiritual' y 'La vida íntima', en la que ofrece claves para ser más feliz

Redacción Religión

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El defensor del menor y psicólogo forense Javier Urra ha visitado 'ECCLESIA al día' para abordar los dos últimos libros que ha publicado, 'El ser humano, un ser espiritual' y 'La vida íntima' con el que el autor pretende contribuir, como lleva haciendo durante toda su trayectoria profesional “mejorar la salud colectiva y personal”.

Publicaciones que se ha basado en sus investigaciones y en un contexto donde la salud mental se ha convertido en una de las pandemias de la sociedad actual: “Una de cada cuattro personas va a sufrir trastorno mental severo en su vida. y el 70% de los trastornos de adultos hunden su raíz en la adolescencia”, ha advertido.

Datos que dan pavor, y de la que Javier Urra ha extraído una valiosa conclusión, y es que más allá de los psicofármacos, somníferos o ansiolíticos, “hay que darle a la vida un sentido, dar respuesta a la razón de la vida”, ha señalado.

No se le escapa al psiquiatra forense que el mundo de hoy es complicado para los adolescentes, un colectivo donde el porcentaje de trastornos no ha parado de crecer en los últimos años: “El covid golpeó a la ciudadanía y vemos un 20% más de casos de trastornos, pero en chicas de quince a 25 años se ha disparado, sobre todo los problemas de identidad y no sabemos por qué”, ha alertado.

Una posible explicación, ha apuntado el defensor del menor, es que vivimos en una sociedad líquida, donde las relaciones de pareja o la estabilidad laboral se alejan cada vez más de lo estable, lo que nos está trayendo consigo una generación de cristal: “Antes la gente no le pedía a la vida mucho más, ahora en Alemania se plantea que los niños tengan una asignatura que se llama 'Felicidad' y es una estupidez supina, porque la felicidad es saber que uno se va a morir, por tanto somos felices a ratos, nos gusta la belleza pero encontramos situaciones de dolor”.

'El ser humano, un ser espiritual'

En esta publicación, Javier Urra defiende que el hombre es espiritual, más allá de las creencias religiosas: “Hay que tener momentos para la soledad. Hicimos un estudio sobre las prioridades de los españoles y vimos que no son tan religiosos como creen pero sí espirituales”, ha explicado el psicólogo forense en 'ECCLESIA al día'.

Todos tenemos ese componente espiritual, insiste Urra, que se ha basado en los miles de casos que ha tratado durante su carrera como psiquiatra forense: “He visto miles de casos de gente que sufre y he llegado a la conclusión de que necesitamos darnos tiempo para el aspecto espiritual”.

Asimismo, ha remarcado que el ser humano es maravilloso si se le brinda la oportunidad, aunque subraya los defectos como sociedad: “Vivir es vivir con, por con y para los demás, y esta es una sociedad muy narcisista y nihilista. Esa gente que tiene un fondo espiritual no necesita todo de fuera, los que ostentan con un cochazo son los más desgraciados porque tienen un vacío emocional”.

Por otro lado, ha manifestado la necesidad del hombre por amar y ser amado: “Hay tanta gente buena que ayuda a desvalidos y da la vida por otros... Y esa parte no está estutiada, siempre conocemos la noticia negativa. La mayoría de la gente es muy buena”, ha sostenido.

'La vida íntima'

En esta publicación, el forense enfatiza en la complejidad del hombre: “En la vida ser valiente es a veces hablar y otras ser callado y llevar la vida íntima en tus propios brazos”, ha reflexionado.

“Tú puedes vivir con una persona de 45 años en la misma cama, pero se nace solo, se muere solo y se vive con, pero cuando la gente te dice ponte en mi lugar, la empatía, es estupenda pero a los chicos nos es más difícil que a las chicas, y hay que educarlo por qué tenemos problemas por ejemplo con violencia de género, porque hay que educar en la ruptura, en no ser dependiente. Por eso cuando hay ruptura las matan y se suicidan sin tiempo a sentir la culpabilidad. Hay que educar a los niños a ser independientes”, ha precisado.

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