Jesús Cabello, cantante católico: "Dios da un don y una misión"

La música es el lenguaje del alma, un idioma que no entiende de fronteras. Y para el invitado de esta semana de Ana Medina llegó además a su vida de una forma inesperada

Ana Medina

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Jesús Cabello es padre, esposo, músico y profesor de Lengua y Literatura en su Córdoba natal. Su carrera en la música católica le ha llevado a publicar siete discos, a realizar colaboraciones con artistas de talla internacional y a pisar escenarios y festivales de todo el mundo. Su música ha sido reconocida con numerosos premios, entre ellos el Spera de la Conferencia Episcopal en varias ocasiones, y con el cariño del público todos los días. Jesús no para de anunciar el Evangelio con sus canciones y sus videos en redes sociales.

Es un modo de apostolado que tiene su semilla siendo muy pequeño, cuando tras padecer una leucemia, su madre lo consagró a Dios, como cuenta en el programa dirigido por Irene Pozo: "Aquello fue un revulsivo en mi casa y, al remitir de forma milagrosa, la experiencia de fe de mis padres genera en mí un deseo grande de conocer la verdad y el sentido de la vida. La música es una consecuencia de una búsqueda personal a causa de una circunstancia de vida".

Jesús Cabello reconoce en el programa que "estoy en camino, pero soy un cristiano que ha tenido un encuentro con Jesús y que quiere trasmitirlo a los demás a través del don de la música".

Este músico autodidacta afirma: "Dios hace muy bien las cosas. Soy testigo de que me ha dejado aquí y eso despierta una gran responsabilidad, qué hacer con los dones que Dios me da, sea encima de un escenario o dando clase".

La música para él es un regalo: "Aprendí solo a cantar, a tocar la guitarra, a componer, a tocar el piano hace un par de años... todo me demuestra que Dios da un don porque da también una misión. Yo nunca hubiera pensado en la música, me gustaba más el deporte, pero me ha aportado muchas cosas: conocer historias de fe, de que Dios me coloque en sitios que jamás podría imaginar, me da la oportunidad de centrar el foco en cosas que habitualmente me pasarían desapercibidas. Poner el foco en lo discreto amplifica la vida".