Joseba Segura, obispo de Bilbao: "El futuro son comunidades pequeñas y más identificadas con la fe"
El titular de la diócesis bilbaína asegura en COPE que es fundamental reformular la manera en la que la Iglesia transmite el Evangelio
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El obispo de Bilbao, Joseba Segura, asegura en COPE País Vasco que su nuevo Plan de Evangelización no sirve de nada "si no hay gente comprometida con lo que queremos hacer". Por eso, según Segura, es prioritario que los esfuerzos para transmitir la fe se centren "no en tanta gente, pero sí en un número suficiente que pueda mantenerla con una convicción clara".
Esta estrategia es fruto de la falta de transmisión de la fe católica, especialmente en la familia, porque "los padres juegan un papel crítico (...) y eso ya no funciona”. "Nosotros tenemos muchísimos casos (...) de familias que eligen los colegios de la diócesis únicamente por el prestigio educativo", ha señalado.
La fe, para Monseñor Segura, "o es capaz de darte un corazón más grande del que tienes o no sirve para nada". Como asegura el titular de la diócesis, "la fe es una razón para vivir en esperanza, para luchar y para creer en las personas y en su bondad cuando la experiencia te dice lo contratrio". Ese motor de vida es, para Segura, fundamental que se siga transmitiendo, aunque sea en grupos pequeños porque "todos somos hijos de influencias comunitarias". "Hay personas que creen que se hacen a sí mismas y tienen total libertad, pero eso es absurdo", ha añadido.
El obispo de Bilbao, además, ha asegurado que en una sociedad donde Dios está cada vez menos presente, los valores corren un gran riesgo de perderse porque "son los retales de todo un mundo cristiano". "La entrega, el sacrificio y la generosidad tienen un sentido cuando están en su dimensión religiosa, cuando eso vaya perdiendo fuerza, veremos qué le ocurre a los valores", dice Segura.
Estos problemas para transmitir la fe, Joseba Segura los achaca, en parte, a errores en la comunicación de la Iglesia porque "hay dificultades para comunicar algo que es significativo para la vida de las personas". Además, el prelado cree que "hay control social para que la gente no hable de estas cosas, más allá de una conversación de bar, y esta es la gran diferencia entre Europa y el resto del mundo".