"El Papa Juan Pablo I dejó una huella en el corazón de tantos cristianos..."

El arzobispo de Barcelona recuerda en COPE cómo se enteró del fallecimiento de Albino Luciani cuando estaba de misión en el Congo

Santiago Tedeschi Prades

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Este domingo, 4 de septiembre, la Iglesia católica vivirá un momento muy especial ya que Juan Pablo I, 'El Papa de la sonrisa', será beatificado por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro.

Durante la entrevista en 'La Linterna de la Iglesia' de este viernes, el cardenal Juan José Omella recordó la figura de Albino Luciani. Tras pasar unos días en Roma por el Consistorio y preguntado por ese ambiente de alegría que se respiraba en Roma por este acontecimiento tan importante, Omella recordó que él se encontraba en el Congo de misión cuando Albino Luciani fue elegido papa: “Yo no lo conocía, sí que había leído algunas de sus cartas […] era un gran catequeta, un gran pastor”.

“Recuerdo que una mañana me levanto y escucho en la radio que se había muerto y percibí que ese hombre había dejado esa sonrisa y esa esperanza por su sencillez. Dejó una huella en el corazón de tantos cristianos que vieron despertar en su corazón una gran esperanza en tan solo un mes”, ha dicho el presidente de la Conferencia Episcopal Española durante la entrevista en 'La Linterna de la Iglesia' con Irene Pozo.

Omella subraya como la gente “lo recuerda con un gran cariño y sobre todo los que lo habían conocido en su diócesis le querían como un gran pastor cercano, humilde y sencillo. Estaba cerca de la gente y les entendía, esa es la estela que nos ha dejado”.

¿Qué ha significado para la Iglesia el pontificado de Juan Pablo I? Omella tiene claro que Albino Luciani dejó en primer lugar “esa confianza en Dios”, segundo “la confianza en las personas, creer que todos tienen algo bueno en el corazón”, y luego tratar de “poner amor en cualquier cosa […] él ponía amor en sus catequesis, esa ternura que muchas veces nos falta”.

Somos muy de confrontación, o estás conmigo o estás contra mí […] hay que tratar de dar cariño a los demás y ellos te lo devolverán. Y luego nos dejó también esa humildad, no te creas mejor que los demás porque además todos acabamos igual”, dijo el arzobispo de Barcelona recordando la figura de Juan Pablo I.