“Las autolesiones en jóvenes responden a un intento de expresar un dolor muy grande que llevan dentro”

A raíz de la pandemia, el incremento de casos con síntomas de depresión, autolesiones o conductas suicidas es notable, especialmente en nuestros jóvenes

Redacción Religión

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A lo largo de los últimos años y en concreto a raíz de la pandemia, el incremento de casos con síntomas de depresión, autolesiones o conductas suicidas es notable, especialmente en nuestros jóvenes.

Por primera vez, las peticiones de ayuda de menores por problemas de salud mental superan a las de violencia. Son datos que se desprenden del último informe de la fundación ANAR que recoge los problemas que afectan a niños y adolescentes de España a partir de las peticiones de ayuda que en sus diferentes líneas de atención al menor. En 2022 atendieron a casi 18.000 casos graves, un 8% más que en 2021. El 45% de las consultas fueron sobre autolesiones, baja autoestima, obsesiones, trastornos y problemas de salud mental. Se atendieron 4.500 casos de ideación o intento de suicidio, un 3.000% más de los que se registraban hace una década. Otro de las cuestiones que subraya la Fundación ANAR en su informe es que sólo el 20% de los adultos se dan cuenta de que el menor (bien sea su hijo o su alumno) tiene un problema grave, para el resto pasa desapercibido. “Todo esto que vemos en jóvenes de autolesiones, cortes…es un intento de expresar un dolor muy grande que llevan y no saben cómo. La raíz está en la falta de un sentido para vivir”, explica Raúl Sacristán, sacerdote y psicólogo experto en afectividad. “Los adolescentes están construyendo su identidad. Los adultos deben ser su referencia. Este es uno de los grandes problemas, porque los adultos son inestables y la sociedad también. Ante esta inestabilidad, los adolescentes no pueden construir esa identidad”.

Javier es Psicólogo y conferenciante. Profesor del programa ‘Aprendamos a Amar’ del Instituto Desarrollo y Persona de la Universidad Francisco de Vitoria que trata de formar formadores en el ámbito afectivo-sexual. Como experto asegura que “los adolescentes, cuando llega a esta etapa, dejan de abrirse a sus padres y ven que no llegan a ellos. Cuando hay un problema a los padres les envuelve un miedo al qué dirán los demás. A todo el mundo le gusta aparentar que su familia es estupenda”.