Los arzobispos de Barcelona y Madrid piden acoger a los migrantes y un sistema económico integrador
El cardenal Omella ha pedido a la Virgen de la Merced que "abra los corazones" para acoger a los migrantes, mientras José Cobo asegura que este colectivo es profeta de Dios
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Como cada 24 de septiembre, la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Madre la Virgen de la Merced, patrona de los presos y de todos los que trabajan en prisión. En torno a esta fecha, en los centros penitenciarios se organizan actividades, concursos o festivales que culminan con la celebración de la eucaristía.
Barcelona es una de las ciudades que con mayor intensidad celebran la Solemnidad de la Merced, por lo que este lunes será festivo, al caer este 24 de septiembre en domingo. Su arzobispo, el cardenal Juan José Omella, ha aprovechado que esta celebración coincide con la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado para pedir a la Virgen “que nos abra los ojos y los corazones para que sepamos acoger a aquellos que llegan a nuestro país buscando una oportunidad”, se puede leer en su mensaje en Twitter.
José Cobo: “Los migrantes son profetas que desnudan un sistema económico excluyente”
Por su parte el arzobispo de Madrid, José Cobo, en su carta pastoral titulada 'Trazos del rostro de Dios desde los migrantes. Tu rostro buscaré, Señor' habla de la presencia de Dios en medio del proceso migratorio y de las personas migrantes.
En la carta, Cobo asegura que en el relato de las experiencias de los migrante, “los cristianos recuparamos una renovada espiritualidad de historia de la salvación que nos hace leer nuestros textos sagrados con nuevos ojos”.
Unos ojos que, para el titular de la archidiócesis madrileña, nos invita a acercarnos al sentimiento de muchas personas migrantes que sienten que, en su camino, Dios no está con ellos: “Sin embargo, no se debe perder la perspectiva de que Dios es acompañante en todo momento de intemperie, por eso, la experiencia migratoria, su relato nos dice que la vida, su dificultad, es capaz de ser transfigurada por la mano de Dios”, ha expresado.
El migrante, continúa el arzobispo, “es el último entre los últimos”, pues asiste “a un sucesivo proceso de despojo, primero de familia, tierra, luego raíces y trabajo, más tarde de identidad en una sociedad que a menudo no lo acoge”.
Asimismo, José Cobo afirma que los migrantes son profetas del proyecto de Dios, encargados de desnudar “un sistema político y económico excluyente, y el más salvaje capitalismo que no tiene misericordia con los más pobres”, denuncia.
Para concluir, el arzobispo de Madrid considera que la realidad de la migración en tantos de los barrios de la archidiócesis y de muchas otras ciudades de España “está dando una cara nueva a la Iglesia en cada comunidad cristiana”, lo que a su juicio debe obligar a las comunidades a replantearse el modo en que acoge a las personas migrantes que sea acercan ellas.