Los concertados católicos, comprometidos con la despoblación: "Se estigmatiza a quien vive en el mundo rural"

La Universidad Complutense de Madrid impulsa unos talleres para concienciar sobre la conservación del medio rural: "El campo es algo más que un lugar donde pasar el día"

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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La despoblación es un fenómeno creciente en la España del interior, también en provincias costeras como Málaga o Alicante. El desequilibrio entre la población urbana y rural es cada vez más patente. Una España a dos velocidades, sobre el que la Iglesia de nuestro país ha advertido en ocasiones.

Desde la Universidad también empieza a haber movimientos y a impulsar iniciativas que sensibilicen a la población sobre este problema estructural. Es el caso de la Complutense de Madrid, que desarrolla talleres sobre 'Ciencia Ciudadana y Despoblación' en los centros educativos de secundaria del país, para tomar conciencia de la importancia de la conservación y uso de los valores y recursos naturales, culturales y paisajísticos.

La encargada de coordinar estos talleres es Carmen Mínguez, quien en los dos últimos cursos escolares ha trabajado con estudiantes de la ESO para concienciarles sobre los peligros que implica el avance de la España vaciada. En la lista de los centros aparecen algunos concertados católicos, como el Colegio Diocesano Pablo VI de Ávila, los Maristas de León y Málaga o el Colegio Karol Wojtyla de Seseña (Toledo).

“Los alumnos es la primera vez que oyen hablar de ello porque se usa en los medios de comunicación. Si les preguntas qué es la despoblación, te dicen que es cuando los pueblos se quedan vacíos, pero les cuesta reconocer los indicadores, el proceso, las causas, incluso ver posibles soluciones”, ha explicado Mínguez en ECCLESIA.

"Si las neveras están llenas es porque hay gente que vive en el campo”

La coordinadora de 'Ciencia Ciudadana y Despoblación' asegura que el objetivo es que, en la hora que dura el taller, al menos les suenen estos conceptos, aunque luego corresponde a los docentes reforzar este trabajo: “Es interesante hacerles ver que aunque en su municipio no haya problema de despoblación, es un problema de su país y de su comunidad autónoma. Hay desequilibrios entre las zonas de costa e interior”, advierte Carmen Mínguez.

A lo largo de esta hora de trabajo con los alumnos de Secundaria, 'Ciencia Ciudadana y Despoblación' persigue acercar la ciencia a los chavales, despertarles vocaciones científicas o acercar la Ciencia a la Universidad. Pero lo más importante, explica la profesora de Geografía de la Complutense, es que comprendan que el medio rural es algo más que un lugar donde “pasar el día”, o que alcancen a entender que “si sus neveras están llenas es porque hay gente que vive en el campo”.

"Se estigmatiza a quien vive en el mundo rural"

A su juicio, todavía en la España de hoy se estigmatiza mucho a quien vive en el mundo rural: “Durante el confinamiento, a las 20h aplaudíamos a los sanitarios, y se nos llenaba la boca de agradecimiento a quienes trabajaban en el campo o en los medios de transporte gracias, a los cuales teníamos comida. Creíamos que iba a haber un cambio pero no, siguen malpagados y sin reconocimiento. Falta cultura rural en los niños de hoy”, ha alertado la docente.

De cara al futuro, Carmen Mínguez se muestra moderadamente optimista, aunque considera que la Educación no revertirá el problema de la despoblación, aunque al menos puede servir para concienciarles de que existe un problema con la distribución del territorio.

“Estamos elaborando un mapa de iniciativas y planteando un decálogo de diez ideas que hemos sacado del contacto con ciudadanos y políticos y serían los puntos fuertes para revertir o parar la despoblación en lugares donde todavía no son muy sangrantes. Pero la educación es fundamental para que esos puntos del decálogo, como una fiscalidad diferenciada, la desburocratización, posicionar el territorio, etc. les suenen y sean más receptivos para incorporarlas a sus formas de trabajo aunque trabajen en la ciudad. Es bueno el ir consolidando determinadas ideas que, si no hace que la gente vaya a vivir al campo, sí que al menos sean tolerantes con quien lo haga y no lo vean como un paso atrás o algo negativo”, subraya Mínguez.

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