Los jóvenes hablan claro ante el Sínodo: "No podemos continuar sin que se tenga en cuenta nuestra voz"

“La síntesis sobre la fase diocesana me parece un buen punto de partida que intenta recoger de manera cómoda el parecer de toda una Iglesia”. Así lo explica Raquel Lucea, laica y joven comprometida en la delegación de Pastoral Juvenil Vocacional de la archidiócesis de Zaragoza. “Soy consciente de que nuestra tierra es muy plural y existen muchos carismas desde los que se ha hablado en este proceso sinodal, pero también creo que se han quedado muchos temas por el camino que seguro nos hubieran hecho crecer y avanzar”.

La participación de los jóvenes

Cuestionada como joven, ya que los datos de participación revelan que la implicación juvenil no ha llegado al 10%, considera que “este proceso sinodal en el que estamos inmersos es un momento crucial para nuestra Iglesia que pone las bases para seguir adelante y trabajar por una iglesia en comunión, participativa y en misión”.

No obstante, “reconoce que muchos esperaban que la fase diocesana fuera un gran paso hacia adelante y quizá reciban esta síntesis como uno pequeño, pero todo suma y enriquece y debemos saber apreciar todos los pasos que se dan hacia la meta a la que nos invita a ir el Espíritu Santo”.

Atención inmediata

Por otro lado, esta joven de Zaragoza está de acuerdo en las urgencias que destacan en la síntesis. “Son muy acertadas”, afirma, “pues como dicen son cuestiones que requieren nuestra atención inmediata”.

Como reto, afirma que “no podemos continuar sin tener en cuenta la voz de todos en la toma de decisiones de nuestras comunidades y diócesis, debe haber una representación real de todas las realidades que forman nuestra Iglesia”. Por eso, admite que “esto requiere una conversión y un esfuerzo por parte de todos, pero es la única manera de caminar juntos”. Por último subraya la importancia de “promover la participación de los laicos, y los laicos sentirnos corresponsables del futuro, es primordial en el momento en el que nos encontramos”.