Los obispos españoles ante el conflicto en Tierra Santa: "La guerra es siempre una derrota"

A través de una nota de la La Subcomisión Episcopal para las relaciones interconfesionales y el diálogo interreligioso muestran su solidaridad con las víctimas y piden por la paz

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Sara de la Torre

Publicado el - Actualizado

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La Tierra Santa vuelve a verse envuelta en un clima de violencia y sufrimiento desde queel pasado 7 de octubre el grupo terrorista Hamás atacara con misiles a Israel, y atentaracontra civiles, tomando rehenes israelíes.Tanto el Papa Francisco como los Patriarcas y los Jerarcas de Jerusalén se han pronunciadosobre esta situación mostrando su solidaridad con todas las víctimas y sus familiares, ypidiendo que se restablezca la paz, pues ni el terrorismo ni la guerra conducen a ningunasolución.

Así se ha pronunciado la Subcomisión Episcopal para las relaciones interconfesionales y el diálogo interreligioso, que ha querido enviar una nota en la que aseguran que, tal y como ha dicho el Papa "la guerra es siempre una derrota que alimenta el odio, la violencia y lavenganza".

Cercanía a las familias

De este modo, quienen mostrar su cercanía "a todas las familias que en España experimentan eldolor y la preocupación por sus familiares que habitan en Tierra Santa".Una vez más cristianos, judíos y musulmanes "hemos de elevar nuestras oraciones para quepuedan abrirse los cauces del diálogo y la fraternidad en medio de este conflicto, queenfrenta a hermanos, independientemente de su nacionalidad, etnia y fe".

La carta, firmada por el obispo de Solsona, Francisco Conesa y el director de la Subcomisión, Rafael Vázquez, pide "que esta oración conforte a los miembros de las distintas comunidades religiosas que trabajan día a día por hacer de la Tierra Santa un Santuario de Paz y Fraternidad". Por último, innvitan "encarecidamente" a todas las parroquias y comunidades religiosas, "siguiendo la petición del Patriarca latino de Jerusalén, a unirnos en una jornada de ayuno, oración y penitencia por la paz en Tierra Santa el próximo 17 de octubre".

Así trabaja la subcomisión

"Promover la reconstrucción de la unidad entre todos los cristianos así como su relación con las religiones no cristianas desde el respeto a la libertad religiosa como derecho fundado en la dignidad misma de la persona humana" son los objetivos que persigue el secretariado de la Subcomisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales. La Iglesia católica reafirma, pues, su voluntad de establecer unas relaciones fraternas entre todos los cristianos fundándose en el bautismo recibido, y entre todos los creyentes con quienes nos une un mismo origen y destino. Las relaciones interconfesionales abarcan el conocimiento o contacto inicial, y también el trato mutuo, manifestado en el diálogo, en la colaboración, en la formación objetiva de la verdad y en la oración común principalmente.

Terminada la celebración del Concilio Vaticano II, y en aplicación del Decreto sobre el Ecumenismo y de las Declaraciones sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas y sobre la libertad religiosa, se crea el 16 de julio de 1966 el Secretariado Nacional de Ecumenismo, que en 1975 se transformará en la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales, ampliando así sus competencias y elevando su rango. Para llevar a cabo esta tarea de diálogo con las Iglesias no católicas y con las Religiones y Grupos no cristianos en nuestro país, está la coordinación del Secretariado de Relaciones Interconfesionales, de la Conferencia Episcopal Española.

En cada diócesis española, el Obispo diocesano es el principal promotor del diálogo ecuménico e interreligioso, que suele encomendar a un delegado suyo para facilitarle la tarea pastoral; en otros sectores de la pastoral eclesial puede existir un responsable para estas dos tareas señaladas. El Secretariado de Relaciones Interconfesionales lo integran dos departamentos: para la unidad de los cristianos y para el diálogo interreligioso. Está al servicio de todas y cada una de las diócesis católicas de España, así como de todas y cada una de las organizaciones eclesiales no católicas que quieran cultivar en espíritu fraterno un verdadero diálogo.