El martirio de Tomás Martínez, el único fusilado en Mejorada del Campo durante la Guerra Civil

El escritor Antonio Pampliega arroja luz en TRECE sobre la muerte del sacristán y la implicación de un familiar del escritor en 'El quinto nombre: el viaje a un pasado incómodo'

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Pongámonos en contexto: Guerra Civil Española, un sacristán y la localidad madrileña de Mejorada del Campo. Seguramente con estas tres claves los lectores ya sabrán por dónde va el nuevo libro que ha publicado el periodista Antonio Pampliega, 'El quinto nombre: el viaje a un pasado incómodo'.

Pampliega ha estado este martes, 26 de septiembre, en el plató de 'ECCLESIA al día' para escudriñar su obra en la que narra el martirio del sacristán Tomás Martínez Negro, única persona fusilada durante los tres años de contienda en el municipio madrileño, y en el que estuvieron implicadas otras cuatro personas, entre ellos presuntamente un antepasado del escritor, Eladio Pampliega.

“Todo empezó por casualidad, por un amigo de Alcalá de Henares que trabaja en Memoria Histórica, cuando me mandó el parte de un juicio sumarísimo del Franquismo con el asesinato de un sacristán y luego cinco nombres a la derecha, tres de ellos fusilados, uno encarcelado y el quinto nombre huido y con el apellido de Pampliega. Me pregunté quien era y qué grado de familiaridad tiene conmigo”, ha explicado en 'ECCLESIA al día'.

El fusilamiento de Martínez Negro por parte del bando republicano se produjo casi por descarte, tal y como ha descrito el periodista. Y es que Mejorada del Campo, al ser un pueblo de apenas 1.200 habitantes en la década de los años treinta, todos mantenían relaciones familiares: “En los primeros meses de guerra llegaron al pueblo gente del comité revolucionario para buscar a personas de derechas y fusilarlos. Los rojos de Mejorada del Campo no querían fusilar a nadie por esa relación familiar que todos tenían en el pueblo. Pero los foráneos se preguntaban por qué su bando no mataba a nadie”, ha detallado Antonio Pampliega.

El martirio de Tomás Martínez Negro "por ser católico y foráneo"

Finalmente seleccionaron al sacristán bajo dos pretextos: era religioso y era el único foráneo del pueblo, ya que era de Valladolid: “Estaba casado, tenía tres hijos, era director de orquesta del pueblo, profesor de música y por las tardes, cuando no había clases, se traía a los niños del pueblo a su casa para enseñarles a leer y escribir. Nada de eso fue suficiente para salvarle la vida”, ha continuado relatando Pampliega, autor de 'El quinto nombre: el viaje a un pasado incómodo'.

ctv-g5b-pampliegad

El martirio de Tomás Martínez fue tremendo. No solo le fusilaron, sino que previamente le sometieron a todo tipo de torturas, tal y como se ha documentado Pampliega y refleja en su publicación: “Le ponían en medio de la plaza del pueblo para hacerle corrillo, darle pases de pecho con un capote, ponerle banderillas y simular su muerte con el estoque”. Un martirio que concluyó una madrugada cuando le levantaron de la cama para detenerle: “Solo le dio tiempo a quitarse su alianza de boda para dársela a su mujer para decirle que se la quedara, porque él ya no le iba a ver más”.

A Tomás Martínez Negro le trasladaron a la iglesia de Mejorada del Campo, hasta que decidieron llevarse a una checa en Madrid para juzgarle. Finalmente no hubo juicio, ya que en el viaje de Mejorada a la capital, pararon en San Fernando de Henares, donde le dispararon en el corazón y en la cabeza, para “dejarle ahí tirado como si fuera un perro”, ha continuado contando en 'ECCLESIA al día' el periodista y escritor.

Cuatro años de investigación para escribir el libro

Para encajar las piezas del puzzle y reflejarlo en el libro, Antonio Pampliega ha necesitado cuatro años de investigación y realizar cientos de entrevistas, sobre todo a vecinos ancianos, algunos rozando el siglo de vida. Muchos de ellos sentían miedo por hablar de esta historia que se conocía en Mejorada del Campo: “Había quienes me concedían una entrevista con la condición de que no apareciera su nombre reflejado en el libro. ¿Por qué ese miedo? Pues porque las heridas todavía no están cerradas, y en pueblos pequeños como el mío solo se mató a una persona, imagínate en pueblos donde se mató a mucha más gente”, razona Pampliega.

Hasta la investigación de Pampliega, poco o nada se sabía de Tomás Martinez Negro. Sus nietos ni siquiera saben dónde se encuentra su cuerpo más de ocho décadas después de su fusilamiento durante la Guerra Civil: “En Mejorada del Campo hubo una calle con su nombre, pero en la Transición se le quitó, mientras que algunas de las personas que supuestamente estuvieron implicadas en su muerte sí tiene una calle. ¿Por qué Tomás no? Si tanto se habla de Memoria Histórica, que sea al final para los dos bandos”, ha reflexionado el autor.

La diócesis de Alcalá quiere que se declare mártir a Tomás Martínez Negro

Tras la publicación de 'El quinto nombre: el viaje a un pasado incómodo', la diócesis de Alcalá de Henares ha contactado con Pampliega para iniciar los trámites para hacer mártir de guerra a Tomás Martínez Negro: “Vamos a contarle lo que sufrió este señor y sería un regalo para sus nietos, que sepan que su abuelo fue mártir”, afirma.